Mons. Liébana: volver a la fuente para celebrar lo que nos une
- 26 de noviembre, 2024
- Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
En su carta pastoral con motivo del Jubileo 2025, el obispo de Chascomús anima también a "celebrar esta cercanía misericordiosa de Dios, comprometiéndonos a reconocernos hermanos".
En su carta pastoral con motivo del Jubileo 2025, el obispo de Chascomús, monseñor Juan Liébana, anima a "volver a la fuente, a los inicios de nuestra fe, para celebrar lo que nos une, nuestra común vocación bautismal, participando de la misma unción de Cristo".
"Celebramos con gozo 2025 años de la Encarnación del Hijo de Dios. Necesitamos celebrar esta cercanía misericordiosa de Dios, festejar su inmensa ternura, que lo hizo compadecerse de nosotros, para abrazarnos y llevarnos consigo, haciéndose uno de nosotros, comprometiéndonos a reconocernos hermanos", comienza expresando.
Monseñor Liébana indica que el año jubilar se iniciará en la diócesis el sábado 28 de diciembre, con un gesto importante y significativo: la apertura de la puerta santa de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, en el monasterio San José, en Gándara.
"Abrir la puerta en Gándara es un signo muy fuerte de esperanza, es un signo que nos compromete a vivir como resucitados, a dar testimonio de que es posible vivir de otra manera, mirando el mundo con más esperanza y menos pesimismo", plantea.
Para esa celebración de inicio de jubileo, la concentración será en la intersección de la ruta 2 y el camino vecinal de Gándara, ese sábado a las 19, junto a la Virgen del Rosario, para iniciar una peregrinación hacia la capilla del monasterio, donde el obispo de Chascomús presidirá la misa de la Sagrada Familia a las 20, reinaugurando ese lugar sagrado de oración y sanación.
Concluida la Eucaristía, los fieles compartirán una cena a la canasta y un fogón criollo, para celebrar "la alegría de la fe compartida, que nos hace familia".
A su vez, se le propone a cada cristiano de la diócesis emprender una peregrinación de fe hacia la pila bautismal de la iglesia donde haya sido bautizado cada uno, para dar gracias por el inmenso don gratuito de la fe, la esperanza y la caridad, recibidos, "rescatando de nuestra memoria ese sacramento, que dio inicio a nuestro camino cristiano".
"Queremos que este jubileo sea un año bautismal, donde podamos revalorizar los signos de nuestro Bautismo, especialmente la luz, la bendición y el agua bendita. Por eso, los invitamos a disponer, en cada hogar, un espacio sagrado de oración, donde la familia se pueda encontrar para renovar cotidianamente la fe bautismal, a través del signo de la luz y de la bendición con el agua bendita, de los padres hacia sus hijos, de los padrinos a sus ahijados, refrescando, de este modo, la fe que nos une y nos sostiene como familia, ya que 'familia que reza unida, permanece unida'", alienta.
También expresa su deseo de "poner en este año a toda la diócesis en estado de misión. Una misión que es consecuencia natural del Bautismo, que nos hace a todos discípulos-misioneros de Jesús y de su Reino".
Por eso, invita a cada parroquia a realizar, durante todo el año, una misión popular bautismal, que ayude a todos los bautizados a celebrar la alegría de la fe. Misión que pueda estar acompañada de la bendición del hogar, junto con los signos de la luz y del agua bendita. "¡Que ningún hogar de nuestra diócesis se quede sin la presencia de estos signos bautismales, sin el anuncio de la Buena Noticia de que Dios nos ama tanto, que nos envió hace 2025 años a su Hijo para salvarnos y darnos su propia Vida, por medio de su Muerte y Resurrección, y hacernos comunidad!", exhorta.
Además de la misión parroquial, invita a que cada zona pastoral de la diócesis (Norte, Centro y Sur) pueda realizar una jornada misionera en alguna localidad de la misma zona, como momento fuerte de misión compartida con las parroquias vecinas, fortaleciendo la identidad misionera y sinodal.
En el mensaje, fechado el 24 de noviembre, fiesta de Cristo Rey, el prelado recuerda también que la Iglesia de Chascomús se encamina hacia el jubileo de sus 50 años de vida, en 2030, junto a los 400 años del milagro de Luján, "donde nuestra Madrecita se quedó con nosotros, como patrona de la Argentina".
"Peregrinamos, asimismo, hacia los 2000 años de la Redención de Jesús, realizada por medio de su Pasión, Muerte y Resurrección, que celebraremos en el jubileo de 2033", añade.
Este año jubilar, añade, "es una oportunidad maravillosa para dejarnos abrazar por la Misericordia de Dios y hacer experiencia fuerte y real de su amor incondicional, dejándonos convertir y reconciliar con Él, especialmente a través del sacramento de la Confesión y, de este modo, comprometernos a ser instrumentos de paz y de perdón".
Por último, destaca que, como signo jubilar, "queremos peregrinar a la casa de la Madre de Luján, como es habitual, pero, de modo especial en este año, el 10 de mayo, para renovar nuestra alianza de amor con María, y consagrar toda nuestra diócesis a su corazón de Madre".
"Volvamos a la fuente, entonces, con decisión, alegría, caminando juntos, soñando en grande, confiando en que este jubileo traerá muchas gracias y bendiciones para toda nuestra comunidad diocesana, renovando nuestra esperanza, fortaleciéndonos en nuestra vocación de discípulos-misioneros del Reino", concluye.
Y agrega finalmente: "Que este Adviento sea un camino de preparación para este Jubileo; por eso, los invitamos a rezar cada domingo la oración del Jubileo al encender la corona de Adviento. Que en esta Nochebuena, el Niño Dios renazca en cada corazón y nos envuelva con su luz de esperanza. ¡Feliz Navidad! ¡Feliz jubileo!"+