Francisco quiere bibliotecas en lugar de armas

  • 16 de noviembre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Los conflictos destruyen "escuelas, universidades y proyectos educativos"e impiden a los estudiantes aprender e investigar, advirtió el Papa frente a expertos bibliotecarios internacionales.

El Papa Francisco pidió este sábado contrarrestar la "guerra en pedazos" con más educación e intercambio cultural. La protección de bibliotecas e instituciones culturales es esencial para preservar la memoria y el conocimiento para las generaciones futuras. Lo hizo ante los participantes en un congreso de la Biblioteca del Vaticano que recientemente reunió en Roma a expertos de 23 bibliotecas internacionales de renombre.

Países ricos y pobres y sus bibliotecas
El Papa también señaló la creciente brecha entre los países ricos y pobres en lo que respecta al acceso al conocimiento. "El alto coste del mantenimiento de las bibliotecas, especialmente las colecciones históricas, hace que sólo unos pocos países en el mundo puedan ofrecer este tipo de servicios", criticó. Esto contribuye a que las naciones más pobres sufran no sólo pobreza material, sino también pobreza intelectual y cultural. Por ello, el Papa pidió una mayor solidaridad internacional para que la educación y la cultura sean accesibles a todos.

Francisco también subrayó cuánto está cambiando actualmente el papel de las bibliotecas. Los avances tecnológicos han abierto nuevas posibilidades, pero también crearon riesgos.

"Las grandes bases de datos son minas ricas, pero su calidad es difícil de controlar", explicó el pontífice y llamó a los participantes a afrontar los desafíos con creatividad y valentía y a diseñar bibliotecas como lugares para la reflexión y la investigación a largo plazo.

Con este fin, Francisco recomendó cuatro principios a los bibliotecarios: el tiempo debe ser más importante que el espacio, la unidad debe pesar más que el conflicto, la realidad debe prevalecer sobre las ideas y el todo siempre debe prevalecer sobre las partes individuales. Con estos principios, las bibliotecas podrían seguir aportando una contribución decisiva a la educación y la paz.

Elogios del Papa Pío XI
En este sentido, Francisco propuso como modelo al Papa Pío XI, Achille Ratti (1857-1939), apodado " el Papa bibliotecario". Inicialmente conservador de la Biblioteca Ambrosiana de Milán, una de las primeras públicas de Europa, fue nombrado en 1914 prefecto de la Biblioteca Apostólica Vaticana.

"Hombre activo y práctico, curioso por los campos de la ciencia y los medios de comunicación, promovió la importancia de las bibliotecas en un momento extremadamente difícil de la historia, el de entre las dos guerras mundiales ", señaló Francisco.

Mientras la cultura europea degeneraba en ideologías opuestas, Pío XI, elegido Papa en 1922, proporcionó nuevos espacios a la Biblioteca del Vaticano, fomentó la catalogación sistemática y abrió una escuela práctica para bibliotecarios.

"Protegida por él, la biblioteca se ha convertido en un lugar seguro para muchos investigadores, así como para personas perseguidas por regímenes totalitarios, a los que el Papa siempre se opuso firmemente", concluye el Santo Padre, afirmando que Pío XI da para reflexionar hoy en una era marcada por decisivos desafíos culturales y sociales vinculados a la tecnología.+