'María nos lleva de la mano hacia Jesús', dijo el Papa

  • 13 de noviembre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Continuando con su ciclo de catequesis sobre el Espíritu Santo, Francisco reflexionó sobre el "vínculo único y eternamente indestructible" que existe entre María y el Espíritu Santo.

El Papa Francisco, durante su audiencia general semanal, reflexionó hoy, sobre la devoción a la Santísima Virgen y recordó a los fieles que "Ella nos lleva de la mano hacia su Hijo y nos permite verlo".

"La Virgen nos muestra a Jesús. ¡Ella nos abre siempre las puertas! La Virgen es la madre que nos lleva de la mano hacia Jesús.", expresó el pontífice a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Continuando con su serie de catequesis sobre el Espíritu Santo en la vida de la Iglesia, el Papa habló de la devoción mariana, después de haber meditado, en audiencias anteriores, acerca del papel del Espíritu Santo en los sacramentos y en la oración cristiana.

En su discurso, el Santo Padre invitó a los fieles a dirigirse a María, a confiar en Ella y a imitar su "sí" al Señor.

Primera discípula
María, primera discípula y figura de la Iglesia, sugirió el Santo Padre, "es ella misma una 'carta' escrita con el Espíritu de Dios vivo". 

Precisamente por eso, sugirió, ella puede ser "conocida y leída" por todos: "Porque cuando dijo sí a Dios, fue como si María le dijera a Dios: 'Aquí estoy, soy una tabla para escribir: que el Escritor escriba lo que quiera, que el Señor haga conmigo lo que quiera'".

"Hoy -observó el Papa en ese sentido- podemos decir que María se ofrece a Dios como una página en blanco, sobre la que Él puede escribir lo que quiera".

El "sí" de María -recordó el Papa Francisco, citando a un conocido exégeta- "representa 'la cumbre de toda actitud religiosa ante Dios, porque expresa, de modo altísimo, la disponibilidad pasiva unida a la disponibilidad activa, el vacío más profundo acompañado de la máxima plenitud'".

'Aquí estoy'
"Así pues -dijo el pontífice-, la Madre de Dios es instrumento del Espíritu Santo en su obra de santificación". 

"Entre el diluvio interminable de palabras dichas y escritas sobre Dios, la Iglesia y la santidad", reflexionó el Papa, "la Santísima Virgen sugiere sólo dos palabras que todos pueden pronunciar en cualquier ocasión: 'Aquí estoy' y 'fiat'". 

"Con el ejemplo y la intercesión de la Santísima Virgen", continuó, "ella nos anima a decirle también nuestro propio 'sí', cada vez que nos enfrentamos a una llamada a la obediencia o a un desafío que superar".

El Papa Francisco concluyó invitando a que aprendamos del ejemplo de nuestra Santísima Madre, en cuanto a ser receptivos a las inspiraciones del Espíritu Santo.+