Mons. Martínez: 'Solo desde la humildad podemos ver nuestra propia realidad'

  • 31 de octubre, 2024
  • Posadas (Misiones) (AICA)
A partir del Evangelio dominical, el obispo de Posadas reflexionó acerca de sus implicancias en la vida de la Iglesia y de la sociedad.

Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, reflexionó sobre el Evangelio de ese día, que "nos presenta al hijo de Timeo, Bartimeo, un mendigo ciego sentado junto al camino".

Respecto de ese pasaje, sostuvo que "nos sitúa ante la humildad, una virtud indispensable para todo hombre y toda sociedad que se proponga madurar en el dialogo y crecer en la armonía de consensos y disensos, frente a tantas formas de autoritarismo e intolerancia".

"Los cristianos sabemos que necesitamos de la ayuda de Dios y de nuestros hermanos", agregó y destacó: "Solo desde la virtud de la humildad podemos 'ver' más profundamente nuestra propia realidad y la de los demás".

"Podemos implorar, como el ciego del Evangelio, que todos, como sociedad, nos sintamos necesitados de Dios y le pidamos ver", sugirió.

Aludiendo a la Asamblea Sinodal, que concluyó en Roma el 27 de octubre, y subrayando que "también nosotros, como diócesis, hemos participado de las consultas y acompañamos el proceso en cada fase", el diocesano posadeño señaló: "Este itinerario, es un don y una tarea: caminando juntos, y juntos reflexionando sobre el camino recorrido, la Iglesia podrá aprender, a partir de lo que irá experimentando, cuáles son los procesos que pueden ayudarla a vivir la comunión, a realizar la participación y a abrirse a la misión".

"Nuestro caminar juntos, en efecto, es lo que mejor realiza y manifiesta la naturaleza de la Iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero", añadió.

Más adelante, después de referirse al "don de 'Aparecida' y de nuestro primer Sínodo diocesano", el obispo aludió a la necesidad de detectar, tanto en la Iglesia como en la sociedad en general, "aquellas estructuras que van resultando ineficaces por los cambios que se producen en el contexto, hay otras que, en lugar de servir al bien común, van tornándose en estructuras que solo sirven a algunos, o bien, son generadoras de formas de corrupción".

"Debemos pedir a Dios la audacia de tomar la iniciativa para revisar con grandeza y magnanimidad todo esto que no sirve más", completó.

Finalmente, monseñor Martínez manifestó que, como Bartimeo, "nosotros también necesitamos pedir a Jesús con humildad: '¡Que podamos ver!'.+