Mons. Colombo pidió agradecer por el don de una Iglesia santa, católica y apostólica

  • 15 de octubre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El arzobispo expresó su alegría de poder participar de la asamblea sinodal junto al Papa y destacó el fervor misionero y evangelizador del padre José Allamano, quien será canonizado el próximo domingo

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, le escribió desde Roma a su comunidad arquidiocesana, manifestando la alegría de poder participar de la segunda sesión de la asamblea sinodal y recordando que esa instancia es para "testimoniar al Señor ante los hombres: la Iglesia revisa sus estructuras y servicios para hacerlos más eficaces y fecundos según el estilo de Jesús".

"Los que participamos, provenimos de todo el mundo y representamos una gran variedad de experiencias apostólicas y ministeriales, de culturas y estados de vida, lo cual nos invita a dar gracias a Dios por el don de esta Iglesia una, santa, católica y apostólica", describió.

"Junto al Papa Francisco, celebramos momentos muy significativos de oración, que nos ayudan a enfocarnos en nuestro trabajo: la vigilia penitencial, el rosario por la paz o la vigilia ecuménica en el lugar del martirio de San Pedro, constituyen verdaderos mojones de esta sesión sinodal", destacó.

El arzobispo mendocino recordó asimismo que, el próximo domingo, tendrá lugar la canonización del beato José Allamano (1851-1926), un sacerdote diocesano turinés que supo inspirar la misión ad gentes a través de numerosas iniciativas apostólicas, especialmente la fundación de los Misioneros (1901) y Misioneras (1910) de la Consolata.


"En nuestra arquidiócesis, los hijos del beato José Allamano ejercen su servicio misionero en la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia (ubicada en Las Heras), con su vasta red de barrios. Por su partel, las Hermanas de la Consolata están presentes en Guaymallén y dirigen el colegio Nuestra Señora de la Consolata, además de participar en diversas instancias pastorales diocesanas vinculadas a la misión", detalló.

Monseñor Colombo aseguró que el padre Allamano "alienta con su vida a testimoniar a Jesucristo, primer misionero del Padre, como él mismo solía enseñar". 

"Agradecidos a Dios por los hijos e hijas de Allamano, presentes en Mendoza desde 1951 y 1955 respectivamente, pedimos al Señor nuevas vocaciones que abracen ese hermoso carisma eclesial", expresó.

"Que la canonización del beato José Allamano suscite nuestra reflexión en parroquias y comunidades, alimentando en todos nosotros el fervor misionero y evangelizador", concluyó.+