Mons. Eguía Seguí presidió la fiesta de la Virgen del Rosario en Tulumba

  • 15 de octubre, 2024
  • Tulumba (Córdoba)
El obispo prelado de Deán Funes destacó la presencia maternal de María desde el comienzo de la Iglesia, y su deseo de acompañar y cuidar a su pueblo, patente en la fundación de ese pueblo cordobés.

El obispo prelado de Deán Funes, monseñor Enrique Eguía Seguí, presidió, el domingo 13 de octubre, la celebración de Nuestra Señora del Rosario en el santuario mariano diocesano de Villa Tulumba, ante más de 25.000 personas.

En su homilía, hizo mención a la presencia histórica de la Virgen en la vida de los cristianos, a través de tantas presencias milagrosas en lugares y tiempos concretos. Recordó el acontecimiento de Guadalupe, el de la Virgen de Luján, la presencia de la Virgen del Consuelo (en Sumampa), la Virgen del Valle, Lourdes y Fátima.

Planteó también que, en el caso de la imagen de la Virgen del Rosario, en Tulumba, se agrega una nota distintiva: que la imagen ya estaba en esa villa antes de que la zona comenzara a poblarse, a mediados del siglo XVIII: "Traída de Portugal por el dueño de una finca, en torno a ella y la primera capilla, se fue desarrollando la población, por lo que se puede decir que esta imagen es la que motivó la fundación de la Villa de Tulumba". Y añadió: "Una vez más, María nos demuestra su deseo de acompañar y cuidar a su pueblo".

Mons. Eguía Seguí recalcó que "esto María lo hace desde el comienzo de la vida de la Iglesia, como se menciona en el texto de la primera lectura (Hech. 1, 12-14). María, junto a los apóstoles, está acompañando en la oración para alentar a esa primera comunidad, fortalecerlos y animarlos a vivir en fraternidad. Por este motivo, durante la novena, pusimos la mirada en María como mujer de oración, y así nos unimos al deseo del papa Francisco de vivir este año como preparación al Jubileo 2025, como un año dedicado a la oración".

Finalmente, invitó a los feligreses a pedir confiados "por nuestras necesidades, por nuestra patria en tiempos difíciles, para que María como Madre nos ayude a estar unidos, hermanados y viviendo en comunión, atendiendo y cuidando especialmente a los hermanos que, entre nosotros, más están sufriendo en estos días".+