Goya: Mons. Canecín pidió a la Virgen del Rosario justicia por Loan

  • 8 de octubre, 2024
  • Goya (Corrientes) (AICA)
"Madre, no queremos naturalizar este tipo de situaciones, tampoco queremos que quede en la impunidad con un manto de silencio y de olvido", dijo el obispo en la fiesta patronal.

El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió el lunes 7 de octubre la misa central por las fiestas patronales de la ciudad en honor a la Virgen del Rosario, que se celebró frente a la catedral diocesana con el lema "Queremos ser una Iglesia sencilla y ministerial".

Concelebró la Eucaristía el párroco, presbítero Ariel Giménez, y participaron autoridades provinciales, municipales y cientos de fieles, que se congregaron previamente para la procesión tradicional con la imagen histórica de María bajo esa advocación, que durante años presidió el altar mayor del templo mayor de la diócesis. 

Mirando fijamente hacia la imagen de la Virgen, el obispo manifestó en la homilía: "Madre del Rosario, primera pobladora de Goya, quiero poner en tus manos muchas cosas que tengo en mi corazón, e interpreto que puede que estén en el corazón de todo el pueblo goyano".

"Quiero en tus manos poner las intenciones, situaciones y anhelos de cada persona, de cada familia e institución de nuestra ciudad", continuó el prelado, en referencia al 172° aniversario de la elevación de Goya al rango de ciudad.

Continuando con su prédica, manifestó: "Quiero poner en tus manos el plan diocesano de pastoral, que un año atrás hemos dado a luz con sus orientaciones y acciones pastoral; esto tiene que ser fuente para la pastoral diocesana; en tus manos Madre, el Sínodo sobre la sinodalidad, que se está realizando en Roma, porque queremos llegar lejos y aprender a caminar juntos, porque, el que quiere llegar rápido camina solo".

Monseñor Canecín también puso en manos de la Virgen del Rosario la preparación para "vivir el jubileo 2025", que llevará por lema "Peregrinos de la Esperanza".

En otro de los pasajes de la homilía, el obispo de Goya se refirió a Loan, el niño que aún continúa desaparecido: "En tus manos, algo muy sentido: un nombre, una personita y una situación, no aclarada todavía ni resuelta: Loan", subrayó y afirmó: "Madre, no queremos naturalizar este tipo de situaciones, tampoco queremos que quede en la impunidad, con un manto de silencio y de olvido".


"Nosotros creemos en la justicia, por eso, te pedimos sabiduría y parresia para que pronto todo salga a la luz", enfatizó el diocesano, quien tomó aquella frase del pasaje de la Palabra que sostiene que 'nada hay oculto que no salga a la luz'.

También expresó su preocupación por "el crecimiento exponencial por el consumo de drogas en nuestra ciudad, colonias, parajes. En tus manos, el aumento notorio de suicidios juveniles y atentados contra la vida".

En tanto, el obispo le pidió a la Virgen por el próximo año electoral que tendrá la provincia de Corrientes, y aseguró que "es ahora la oportunidad para informarnos, discernir y poder elegir con auténtica conciencia cívica. En tus manos, Madre, la situación de nuestra patria argentina, compleja, delicada y difícil, y por eso invito a todos a rezar con intensidad siempre la Oración por la Patria, con un contenido tan logrado, tan lindo y tan rico y tan necesario". "En tus manos, Madre, el clamor de la tierra, el clamor de los pobres, en especial de los millones y millones de migrantes" dijo el diocesano.

Por otra parte, animó a "rezar el Santo Rosario en familia", porque -dijo- "la familia que reza unida permanece unida, y Dios la bendice".


Recordó además que "María es ejemplo de cristiana y de ciudadana, porque siendo la Madre fue la mejor discípula de su propio Hijo".  "Todo buen cristiano tiene que ser buen ciudadano. Es importante como ciudadanos de esta ciudad conocer la Carta Orgánica Municipal y llevarla a la práctica, como así también, la Constitución Provincial y Nacional, que tenemos que conocer", indicó.

Finalmente, reflexionó sobre el lema de la fiesta patronal "Queremos ser una Iglesia sencilla y ministerial" e instó a "ponerse al servicio de los demás, es decir, ser una Iglesia servidora".

"La Iglesia no está para sí misma, sino que está para lavarle los pies a la humanidad. Está para servir al bien común", concluyó.+