Jerusalén: El 7 de octubre 'oración, ayuno y penitencia' por la paz en Tierra Santa

  • 27 de septiembre, 2024
  • Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
El día que marca el ataque de Hamás a Israel y el inicio de la guerra en Gaza, el patriarca latino de Jerusalén destacó que "es una fecha simbólica del drama que estamos viviendo".

 "Una jornada de oración, ayuno y penitencia será el 7 de octubre, fecha que se ha convertido en símbolo del drama que estamos viviendo" en el mes en que la Iglesia celebra a la Virgen y precisamente el 7 de octubre, la memoria de María Reina del Rosario", es la iniciativa lanzada por el cardenal Pierbattista Pizzaballa , Patriarca de Jerusalén de los Latinos, en una reflexión publicada en vísperas del primer año desde el estallido de la guerra en Gaza en respuesta al ataque de Hamás contra Israel, y en los días en que es fuerte el temor de que pueda extenderse al Líbano. 

En la carta dirigida a la diócesis del patriarcado, el cardenal subraya cómo en los últimos 12 meses Tierra Santa "se ha visto sumida en una vorágine de violencia y odio nunca antes vista ni experimentada". 

Frente a esta escalada, advierte, los "gobernantes y los que tienen graves responsabilidades de decisión" deben responder con sentido de "justicia" y respeto del derecho de todos a la libertad, a la dignidad ya la paz".

El patriarca destaca en su reflexión que "la violencia, que ha causado y está causando miles de víctimas inocentes, se ha introducido también en el lenguaje y en las acciones políticas y sociales. Ha afectado profundamente a nuestro sentido de pertenencia común a Tierra Santa, a nuestra conciencia de formar parte de un designio de la Providencia que nos ha querido aquí para construir juntos su Reino de paz y de justicia, y no para convertirlo en un cúmulo de odio y de desprecio, de rechazo mutuo y de aniquilación".

"No podemos -expresó- sino hacer un nuevo llamamiento a los gobernantes y a quienes tienen la grave responsabilidad de tomar decisiones en este contexto, para que se comprometan con la justicia y respeten el derecho de todos a la libertad, la dignidad y la paz" .

"Pero también nosotros -añadió- tenemos el deber de comprometernos por la paz, en primer lugar preservando nuestros corazones de todo sentimiento de odio y abrigando, en cambio, el deseo del bien para todos. Y luego comprometiéndonos, cada uno en su contexto comunitario y en la medida de nuestras posibilidades, a apoyar a los necesitados, a ayudar a quienes trabajan para aliviar el sufrimiento de los afectados por esta guerra, ya promover toda acción de paz, reconciliación y encuentro ".

De ahí destaca el cardenal Pizzaballa "necesitamos rezar" y llevar a Dios "nuestro dolor y nuestro deseo de paz" y añade: "Necesitamos convertirnos, hacer penitencia, pedir perdón".

"Que cada uno de nosotros, con el rosario o de la forma que considere oportuna, personalmente, pero mejor aún en comunidad, encuentre un momento para detenerse y orar, y llevar al Padre misericordioso y Dios de toda consolación, nuestro deseo de paz y reconciliación".+