Bahía Blanca celebró a la Virgen de la Merced

  • 25 de septiembre, 2024
  • Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
La ciudad honró a su patrona con la tradicional procesión y misa en la catedral, presidida por el arzobispo, monseñor Azpiroz Costa. Fue la primera celebración de su auxiliar, monseñor Fournau.

El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor fray Carlos Azpiroz Costa OP, presidió el sábado 21 de septiembre las celebraciones en honor a la Virgen de la Merced, patrona de la ciudad y de la arquidiócesis.

Tras la tradicional procesión con la imagen histórica de la Virgen alrededor de la plaza -que se realiza desde el 24 de septiembre de 1842 ininterrumpidamente, con excepción del 2020 a causa de la pandemia-, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía en la iglesia catedral.

Se trató de la primera misa en la arquidiócesis de monseñor Pedro Fournau, nombrado como obispo auxiliar de la arquidiócesis el 12 de septiembre por el Papa Francisco. De hecho, el flamante prelado tuvo a su cargo la predicación. Concelebraron el párroco de la catedral, presbítero Luciano Guardia; el presbítero César Cardozo, párroco de San Luis Gonzaga y vicario general; y varios sacerdotes de la arquidiócesis.

La imagen de la patrona de Bahía Blanca volvió a su ubicación original
El martes 24, día propio de las fiestas patronales, el arzobispo bendijo el predio y la imagen de la Virgen de la Merced ubicada en la zona alta de la ciudad (Av. Fortaleza Protectora y Belgrano).

La imagen había sido retirada hace unos meses para someterse a reparaciones, debido a que se movía peligrosamente en días con viento y corría el riesgo de colapsar, luego de que el lugar quedara dañado a raíz del temporal de diciembre pasado.

La restauración la llevó a cabo el señor Adrián Di Nardo y su familia. Durante ese tiempo, la imagen estuvo en custodia de las Hermanas de Don Orione, hasta ser reinstalada en su ubicación original.

Se trató de una iniciativa del párroco César Cardozo y los grupos de Catequesis de las capillas de la parroquia San Luis Gonzaga (Nuestra Señora de Fátima, Sagrada Familia, Santa Rita, Dulce Espera, San Agustín), en cuya jurisdicción se encuentra la imagen. Peregrinaron desde las capillas, recibieron la bendición y compartieron una merienda en el predio.

Acompañaron este momento los presbíteros Horacio FuhrTomás Yon, y el diácono permanente Jesús Benavente. También estuvieron el Intendente Municipal, Federico Susbielles y el Secretario de Culto, Nicolás Bartolozzi. Cabe destacar que la imagen de la Virgen de la Merced de ese predio es significativa para los habitantes de la ciudad.

La jornada concluyó con una misa en la catedral Nuestra Señora de la Merced, presidida por el arzobispo, monseñor Azpiroz Costa. En su homilía, el prelado destacó que "Dios nos ayuda hoy a celebrar en Nuestra Señora de la Merced; la tenemos como patrona, y ella apela a no perder de vista hoy la memoria en la fidelidad al pasado, que no es fotocopiar ni clonar el pasado, sino la confianza en el futuro. Y eso se llama la esperanza".

Describiendo a María, señaló que "ella se autopercibe la Servidora del Señor, es su título honorífico, nobiliario, más extenso: Servidora del Señor y servidora de su pueblo". En ese marco, animó a que "celebrar hoy a la Virgen nos ayude a comprender ese 'aquí estoy'. Dios me pide un aquí estoy, esta es mi vida, estos son mis planes, estos son mis proyectos, esta es mi realización, este es mi equipaje; pero aquí estoy para hacer tu voluntad, aquí estoy porque me has llamado, aquí estoy para que te conozcan en el Evangelio".

A continuación, describió tres actitudes importantes, no solo para la vida cristiana, sino para la buena política en el sentido mayúsculo: "Lla expresión más alta de la caridad es la perseverancia, continuar, persistir. La segunda virtud es la constancia, que significa firmeza. Dice el Evangelio 'al pie de la cruz estaba su Madre'. Estar significa 'de aquí no me muevo'. Y, finalmente, la paciencia, una especie de alquimia que Dios inspira en  nosotros, entre la paz y la ciencia, pasión por lo que hacemos en un sentido de garra, de fuerza".

"Pero cuando hablamos de Jesús y pasión, lo vemos crucificado", planteó, por lo que animó a saber padecer: "La paciencia se une al sufrimiento en su prueba, Dios nos prueba en la paciencia".

Por último, monseñor Azpiroz consideró: "Vivimos en tiempos difíciles, y no se zafa ni se sale de estos tiempos difíciles con un abracadabra, no es el mero aguante, no es el rompo todo, no. Los tiempos difíciles pueden ser tiempos salvíficos si, como en el Evangelio de hoy, comprendo que aquella que más amaba a Jesús, su Madre, tiene en el discípulo amado alguien a quien amar, y el más amado por Jesús, su discípulo, tiene en su madre María a alguien que lo amará siempre. Esos somos nosotros". 


Bahía Blanca es una de las muchas ciudades del mundo que tiene a la Virgen de la Merced como patrona. La decisión fue tomada en 1834 por Juan Manuel de Rosas, en los años en que lideró su campaña al Desierto, la cual trajo esta devoción a la ciudad.+