De qué hablaron los seis obispos argentinos que almorzaron con el Papa

  • 20 de septiembre, 2024
  • Roma (Italia) (AICA)
Los prelados J. Liébana, A. Pardo, P. Cannavó, I. Dornelles, A. Musolino y M. Landra estuvieron en la Casa Santa Marta. Fue tras la audiencia de Francisco con los nuevos obispos de todo el mundo.

Los obispos argentinos Juan Ignacio Liébana (Chascomús); Alejandro Pardo, Pedro Cannavó e Iván Dornelles (auxiliares de Buenos Aires); Alejandro Musolino SDB (auxiliar de Córdoba); y Mauricio Landra (auxiliar de Mercedes-Luján) compartieron, este jueves 19 de septiembre, un almuerzo con el Papa Francisco en la Casa Santa Marta.

Monseñor Liébana le contó a AICA que fue "un diálogo muy cercano" y destacó que, en ese momento compartido, Francisco preguntó sobre la realidad pastoral de las diferentes diócesis.

Durante la misma jornada, los seis compatriotas visitaron la Iglesia Argentina en Roma, y compartieron un momento con el rector, presbítero Fernando Laguna, y el vicerrector, presbítero Andrés Marcos.


Audiencia con los nuevos obispos
El encuentro con los prelados argentinos se dio después de que el pontífice recibiera en audiencia, en la Sala Clementina, a un grupo de 160 prelados -entre ellos los seis argentinos- que participan del Curso Anual de Formación para Nuevos Obispos, que se realiza en el Colegio Apostólico San Paolo, de Roma. El Papa recibirá el próximo sábado 21 a los que lo llevan a cabo en la Pontificia Universidad Urbaniana, también en la Ciudad Eterna

En ese encuentro de una hora y media, Francisco abrió la posibilidad de que los obispos presentes hicieran preguntas o comentarios; y, de esa manera, se escucharon testimonios de obispos de Finlandia, Líbano, Siria y Ucrania, entre otros.

El Papa les pidió a los nuevos obispos que sean "cercanos a la gente" y reiteró el llamado a la inclusión, con una frase que caracteriza su discurso: "Todos, todos, todos". 

Asimismo, los animó a edificar una Iglesia de "puertas abiertas y siempre en salida hacia las periferias". 

Francisco les pidió puntualmente ir a las cárceles y visitar a los presos, recordándoles asimismo que una de las puertas santas que él mismo abrirá, en el marco del Jubileo 2025, será la de una cárcel.

El pontífice también alentó a los nuevos obispos a ser misericordiosos, a dedicar tiempo a la oración y a no descuidar la fraternidad episcopal.

Quienes participaron de la audiencia, aseguraron que al Papa se lo vio "muy bien; con mucha fuerza, lucidez y claridad; y muy al tanto de la realidad mundial".+