Mons. García Cuerva: 'La mirada de María de Luján quiere hermanarnos'

  • 19 de septiembre, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires instó a los peregrinos a Luján a animarse a sentirse pueblo: "Anímense a caminar juntos. El corazón de María es la casa de todos. Allí, ella quiere que estemos todos".

En un año particular, cuando se cumplen 50 años de la peregrinación juvenil a Luján, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, reflexiona sobre el lema de este año, "Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad", y plantea que "la mirada de María es una mirada que quiere hermanarnos, es una mirada que fundamentalmente nos mira como hijos".

En diálogo con miembros de la comisión arquidiocesana de Piedad Popular, el prelado porteño señala que "una madre sabe que sus hijos son todos distintos, y por eso creo que nosotros también tenemos que aprender a mirar la diversidad, tenemos que aprender a mirarnos desde aquello que nos une, pero también desde aquello que nos diferencia".

"Creo que la mirada de María es una mirada para todos nosotros, para cada uno de sus hijos, reconociendo que somos distintos y entonces desafiados también a reconocernos distintos, a mirarnos en la diversidad, a poder enriquecernos los unos con los otros", insistió.

Un desafío que tiene que ver con el enriquecimiento de la fraternidad, por un lado, y también con la idea del Papa Francisco del poliedro, en el que "nadie quede afuera y podamos entendernos como una sociedad donde todos sean incluidos".

Consultado sobre qué ve cuando camina, no solo desde una mirada sacerdotal, sino especialmente como peregrino, el arzobispo porteño detalló: "Se ve un pueblo creyente, se ve un pueblo con historia, se ve mucho dolor, se ve mucha esperanza, se ve mucha alegría".

"Creo que es realmente descubrirlo a Jesús que camina con nosotros en la solidaridad de tantos que dan una mano, en aquellos que caminan solos, en aquellos que caminan con otros, en las comunidades que van con mucha alegría, en la gente que camina sola y en silencio", agregó.

"A veces me gusta mirarlos y pensar cuál es la historia, cuál es la cruz con la que quieren llegar a los ojos y a las manos de María. Hay dolor, hay alegría y hay corazones de verdad que palpitan y hace 50 años que están palpitando. Año tras año, octubre tras octubre", reveló.

La experiencia del Milagro en Salta
Monseñor García Cuerva indicó que su corazón, para llegar a Luján, "viene este año como estimulado, yo acabo de regresar de la peregrinación desde San Antonio de los Cobres a la ciudad de Salta, recorriendo 178 km junto a lo que se llama la peregrinación de los mineros, y les aseguro que la movilización es tan fuerte del corazón que viene con mucha emoción, viene más sensible quizá que otros años".

También confesó que este año llega llevando en el corazón el nombre, las historias de tanta gente que nos pide que recemos por ellas, "así que es un corazón peregrino que tratará de cargar con las intenciones de tantos que también aquí, el 2 de octubre, en el atrio de la catedral, vamos a recoger un montón de intenciones que nos comprometemos a llevar a la Virgen de Luján".

Refiriéndose a las "damianas", esa "gente sencilla de pueblo, con una fe increíble, con un corazón profundamente agradecido, que la siguen peleando todos los días pero que siguen sosteniéndose en la esperanza, siguen sosteniéndose en una profunda fe", el arzobispo de Buenos Aires consideró: "Creo que hoy tienen mucho para enseñarnos, creo que cada vez más tenemos que estar al lado de nuestro pueblo más sencillo, cada vez más tenemos que estar al lado de nuestro pueblo creyente, descubriendo la presencia de Dios y aprendiendo cómo vivir en esta Argentina de hoy".

Un mensaje para los peregrinos y una bendición
Por último, dirigiéndose a los peregrinos de Luján, los instó a "que se vuelvan a animar como siempre a caminar. Siempre van a encontrar una excusa para no ir: que estoy cansado, que quizás no es un día lindo, que ya fui otro día de otros años. Anímense a sentirse pueblo, anímense a caminar juntos. Animémonos a patear la calle, a patear esa ruta que nos lleva a lo largo de 60 km hasta el santuario de la Virgen, que es la casa de todos, donde todos tienen un lugar".

"Es verdad que la basílica es la casa de todos, pero fundamentalmente el corazón de María es la casa de todos. En ese corazón, María quiere que estemos todos, con nuestras diversidades, con nuestras características, con el amor de hijos, con nuestras cruces, con nuestras historias. Así que anímense", invitó.

"Que Dios los bendiga mucho, que vayamos preparando el corazón, que vayamos preparando los pies y que nos animemos a esta hermosa nueva aventura en esta peregrinación número 50 a la basílica de Luján", concluyó.+