La ciudad de Victoria celebró a su patrona, la Virgen de Aránzazu

  • 18 de septiembre, 2024
  • Victoria (Entre Ríos) (AICA)
Con una multitudinaria procesión y una misa presidida por el obispo de Gualeguaychú, Mons. Héctor Zordán, los fieles victorienses se encomendaron una vez más a la protección de su patrona.

El obispo de la diócesis de Gualeguaychú (Entre Ríos), monseñor Héctor Zordán M.Ss.Cc, presidió a comienzos de septiembre la fiesta central de Nuestra Señora de Aránzazu, patrona de la ciudad de Victoria. 

Participaron autoridades municipales, encabezadas por la intendenta de Victoria, Isa Castagnino, junto con miembros de diversas instituciones y establecimientos educativos.

Los festejos y actividades habían comenzado el viernes 30 de agosto, con una novena y una peregrinación en honor a esa advocación mariana, que también estuvieron acompañadas por el lema "María, modelo de vocación y oración". 

De la Eucaristía celebrada en la basílica -ubicada en el centro de la ciudad y que el próximo año celebrará su 150° aniversario- participaron centenares de feligreses en general y de devotos de esa advocación de la virgen, llegada desde el País Vasco. 

Uno de los momentos más significativos fue la tradicional bendición de las herramientas de trabajo, un gesto simbólico que recuerda el valor del esfuerzo y el trabajo en la comunidad victoriense.


El origen de la Virgen de Aránzazu se liga a la mariología española: en el siglo XV, durante el reinado de Enrique IV de Castilla, en el país vasco, más precisamente en Guipúzcoa, se produjeron una serie de conflictos entre hermanos que vivían en el mismo pueblo, cuyos habitantes además sufrían muchas calamidades,

En ese contexto, un pastorcito, buscando las pasturas más propicias para su rebaño, encontró sobre un árbol una imagen de la Virgen María con el niño Jesús en los brazos. Su nombre era Rodrigo de Balzategui, el cual se sintió atraído por el sonido de un cencerro o de una esquila, que es una campana de ganadería, y terminó dando, en un árbol de espino, con una imagen de la Virgen de Aránzazu, que significa "tú en el espino".

El Papa Pío IX, mediante una bula papal en el año 1853, declaró a esa advocación patrona de Victoria y su departamento, otorgándole al templo carácter de parroquia.+