'Dios camina con su pueblo', la consigna del Mes del Migrante

  • 3 de septiembre, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
"Estamos llamados a ser presencia junto a tantos hermanos nuestros del amor de Dios entre nosotros. A vivir lo que Él nos dice: 'Yo era migrante y me recibieron'", recordó una comisión episcopal.

La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes (CEMI) recordó que septiembre es el Mes del Migrante y que la consigna de este año es "Dios camina con su pueblo".

"El Papa Francisco nos llama como Iglesia a vivir la sinodalidad. Desde esta óptica podemos reconocernos en relación con las personas en movimiento, migrantes y refugiados. A final de cuentas, todos somos migrantes, ya que estamos en camino hacia la patria eterna y desde allí compartir con los demás la alegría del camino", subrayó en un mensaje alusivo.

"Dios se manifiesta en la historia personal de los migrantes; en cada una de ella hay una riqueza tal capaz de contribuir en la sociedad para enriquecerla en las diferencias. Así estamos llamados a compartir la experiencia de ser migrantes en la alegría, la esperanza, la dedicación para construir aquí nuestra patria, donde la presencia de Dios sea lo que ilumine y acompañe para abarcar a los que, entre los migrantes, más lo necesitan: los pobres, los que sufren el desarraigo, la desilusión, la enfermedad, la soledad, el hambre", agregó.

Los obispos que integran la CEMI afirmaron que "en este mundo en movimiento, hay muchas personas que emprenden el camino de manera forzada, dejándolo todo y muchas veces arriesgando la vida".

"El Papa nos recuerda que 'al igual que el pueblo de Israel en tiempos de Moisés, los migrantes huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación, de falta de proyectos de desarrollo'", citaron y completaron: "Un verdadero éxodo, y así como en el éxodo bíblico donde Dios se manifestó a su pueblo, Él también se encuentra presente en el pueblo que camina".

"Francisco nos recuerda la necesidad que tienen los migrantes de la presencia de Dios: 'muchos migrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación. Se encomiendan a Él antes de partir y a Él acuden en situaciones de necesidad. A Él, en la oración, confían sus esperanzas. Imaginemos cuántas biblias, evangelios, libros de oraciones y rosarios acompañan a los emigrantes en sus viajes'", subrayaron.


La CEMI reiteró que "en el camino y compartiendo con ellos, estamos llamados a crecer sabiendo que los migrantes y refugiados nos ayudan a vivir la vida en la experiencia de comunión".

"A compartir lo que somos, lo que tenemos, lo que sabemos, en quién creemos, para que podamos entender la experiencia del amor de Dios presente día a día, en nuestro camino. Como nos recuerda Francisco, 'Dios no sólo camina con su pueblo, si no en su pueblo'", sostuvo.

"En esta Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado estamos llamados a ser presencia junto a tantos hermanos nuestros del amor de Dios entre nosotros. A vivir lo que Él nos dice: 'Yo era migrante y me recibieron'", concluyó.+