Francisco pide responsabilidad ética en el suministro energético

  • 31 de agosto, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En un poderoso discurso dirigido a los directivos y empleados de la empresa energética italiana "Terna", el Papa enfatizó los deberes morales y sociales que conlleva el suministro de energía.

El Papa Francisco recibió, el sábado 31 por la mañana en el Vaticano, a los directivos y empleados de la empresa energética italiana Terna, y aprovechó la ocasión para señalar la inmensa importancia de un suministro energético adecuado para el bienestar de la sociedad y la protección del planeta. 

En su discurso, el pontífice destacó el papel de Terna como operadora del bien común y señaló, que detrás del simple hecho de encender la luz de una casa, se esconde el trabajo y el sacrificio de muchas personas. Llamó, así, a recordar a quienes perdieron la vida mientras trabajaban en el ámbito de infraestructura energética, e instó a evitar más víctimas.

El Papa también destacó los desafíos del suministro energético moderno, que no son sólo tecnológicos, sino que también están profundamente arraigados en cuestiones éticas y sociales. Habló de "energía sucia", caracterizada por el uso excesivo de combustibles fósiles, y también por la injusticia, la guerra y las condiciones laborales injustas. Y llamó, en contraste, a una transformación hacia una "buena energía" que sea justa, inclusiva y sostenible.

Significado de la "democracia energética"
El pontífice destacó, particularmente, la importancia de la "democracia energética", concepto que calificó como un desafío multidimensional. Francisco subrayó la necesidad de apoyar y promover comunidades energéticas que sirvan como nuevas expresiones de ciudadanía integral y democracia. Y consideró que estas nuevas estructuras son esenciales para garantizar que todos tengan acceso a energía limpia y equitativa.

El Obispo de Roma también elogió aTerna por sus esfuerzos en favor de la transparencia y, en ese mismo sentido, por la creación de un comité de ética. Sugirió que cada gran empresa y cada banco debería tener un comité de este tipo para garantizar que el impacto de sus actividades sea consistente con los principios éticos.

Luego, en un otro pasaje de su discurso, el Papa Francisco recordó cómo, en un principio, la red eléctrica fue acogida como un gran regalo que ha mejorado la vida de muchas personas. Se refirió, así, a historias de la época de sus abuelos y a los escenarios actuales en muchos países en desarrollo, donde el acceso a la electricidad todavía marca una gran diferencia en la vida de las personas.

El pontífice concluyó con un llamado a ver el trabajo en el sector energético como un acto de "amor social y de fraternidad cívica", utilizando la inteligencia, el corazón y el alma para el bien de todos. 

Pidió, por último, una mayor gratitud de la sociedad por ese trabajo y destacó la necesidad de centrarse en esas consideraciones éticas.+