El Card. Fernández Artime se despidió como superior general de los salesianos

  • 16 de agosto, 2024
  • Turín (Italia) (AICA)
Firmó la carta de renuncia en la basílica de San Juan Bosco (cerca de Turín), luego de presidir la misa por el aniversario del nacimiento del fundador y por el cierre del Sínodo de los Jóvenes.

El cardenal español Ángel Fernández Artime se despidió como superior general de los salesianos con una misa en la basílica San Juan Bosco (cercana a Turín, Italia) donde se celebró un nuevo aniversario del natalicio del fundador de la congregación.

La Eucaristía cerró también el Sínodo de los Jóvenes, organizado por la salesianos para conmemorar los 200 años del sueño vocacional que Don Bosco tuvo a los nueve años.

En su homilía, el cardenal agradeció haber compartido "los sueños de los jóvenes de todo el mundo salesiano", muchos de los cuales se reunieron en ese lugar para celebrar el cumpleaños de Don Bosco. 

Frente a la "lógica humana", destacó además que "el Señor ama, y ama profundamente, a una joven de un lugar remoto, como era María de Nazaret, para ser la madre de su Hijo encarnado; y lo mismo ocurre en ese remoto caserío, donde Dios llama a Juanito Bosco, que no será un campesino más, sino para ser el padre y maestro de la juventud del mundo".

Tras destacar que la congregación surgió con los propios jóvenes, el cardenal aseguró que ese es "un signo del amor de Dios a la Iglesia". 

Algo que, añadió, tiene mucho futuro más allá de las fuerzas humanas, si se observa el mundo con "una mirada de fe", ya que es "el Espíritu Santo el que guía la Iglesia y acompaña el ministerio del Vicario de Cristo, en estos momentos, el Papa Francisco". 

Por ello, citando a Don Bosco, clamó: "¡Viva el Papa!". Y también le pidió, al mismo Espíritu, fidelidad para la congregación salesiana, por lo que exhortó a "no olvidar al Espíritu Santo y la fidelidad".

Firma de la renuncia y carta de despedida
El cardenal Fernández Artime explicó que presentó su renuncia con la intención de que se vea como un signo de que "el Señor acompaña la vida de la Iglesia". 

"Es una bellísima expresión de fe, la vida de la congregación sigue adelante y cada uno de nosotros pone de su parte para garantizar este camino de fidelidad", añadió, reivindicando un carisma que se resume en la "fidelidad al Señor, en una fraternidad que sea fascinante para los jóvenes y en el amor a los jóvenes".

Al final de la Eucaristía, el purpurado firmó -en una mesa junto al altar- su carta de renuncia, tras unos meses en los que su gobierno pastoral fue posible gracias a excepciones concedidas por el Papa Francisco, a pesar de haber sido creado cardenal y, especialmente, tras su ordenación episcopal en la basílica romana de Santa María la Mayor. 



Los presentes reconocieron el liderazgo con el que ejerció su ministerio y "su compromiso con la misión salesiana", entregándole una placa en la que figuraban esos conceptos.

En su carta de despedida, por su parte, el cardenal destacó a Don Bosco como "instrumento de Dios" para desarrollar su misión. "El papa Francisco me ha llamado a otro servicio para el bien de la Iglesia", confiesa allí con fe y esperanza, a la vez que muestra su "gratitud por tanto bien recibido en estos diez años y medio, como rector mayor de la congregación salesiana", la cual está presente en 136 países. 

En este tiempo, afirmó que la suya quiso ser "una mirada de fe, siempre con esperanza y determinación", para desarrollar el carisma recibido. Tuvo también palabras de alabanza para su inmediato sucesor y destacó la "generosidad" de todos los salesianos repartidos por el mundo y de todos los grupos de la familia salesiana. 

También recordó sus visitas de animación y destacó los "milagros educativos" que se producen cada día con los jóvenes de las provincias salesianas. A esto se añadió un documento formal de renuncia, que firmó y selló ante los presentes, ante la conclusión de los tiempos marcados por el pontífice para la continuación en su cargo al frente de la congregación.

En la celebración, estuvieron presentes el arzobispo Giordano Picinotti, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), una parte del Consejo General de los Salesianos, algunos inspectores provinciales, autoridades locales y representantes de diversos grupos de la familia salesiana.

Fernández Artime fue elegido décimo sucesor de Don Bosco en marzo de 2014, en el 27º Capítulo General de la congregación, y fue reelecto en 2020, por seis años más no prorrogables.

Elección del sucesor
A partir de la renuncia del cardenal como superior general de la congregación, ocupará su lugar, de forma interina, el salesiano italiano Stefano Martoglio, actual vicario general de la institución, quien asumirá esas funciones hasta el próximo Capítulo General, que comenzará en febrero de 2025. Los representantes de los salesianos del mundo elegirán entonces al próximo rector mayor y su consejo general.

Por su parte, el cardenal Fernández Artime vivirá mientras tanto con la comunidad salesiana que se encuentra dentro de los muros del Vaticano, a la espera de recibir un encargo específico por parte del Papa.+