Encuentro de 'padres y madres sinodales' de América Latina y el Caribe
- 13 de agosto, 2024
- Bogotá (Celam) (AICA)
En la sede del Celam, los 42 participantes de la segunda fase del Sínodo, a realizarse en octubre de este año en Roma, reflexionarán sobre el "Instrumentum laboris".
Del 12 al 14 de agosto, en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) se está llevando a cabo, un encuentro de los 42 'padres y madres sinodales' que participarán de la segunda sesión de la Asamblea Sinodal, que sobre el tema de la sinodalidad, tendrá lugar en Roma en octubre. El Encuentro se centrará en el discernimiento, a través de iluminaciones teológico-pastorales y "conversaciones en el Espíritu", del Instrumentum laboris.
De la reunión, participan laicos y laicas, religiosas y religiosos, presbíteros y obispos de todo el continente, incluyendo facilitadores, asesores teológicos y comunicadores convocados para la segunda sesión de la Asamblea sinodal, que tendrá lugar durante el mes de octubre en Roma.
En su saludo de bienvenida monseñor Lizardo Estrada, secretario general del Celam, invitó los participantes a "remar mar adentro" para "escuchar las mociones del Espíritu del Señor", evitando caer en el formalismo, el intelectualismo y el inmovilismo, tres riesgos que el Papa Francisco advirtió al inicio del proceso sinodal, en octubre de 2021.
"Vivamos este encuentro con la libertad de los hijos y las hijas de Dios, para conversar en el Espíritu y dejarnos conducir por Él, asumiendo con valentía los retos que nos corresponden", exhortó el secretario general del Celam.
Mons. Marín de San Martín: hacia un nuevo dinamismo evangelizador
La misa de apertura del encuentro fue presidida por monseñor Luis Marín de San Martín, subsecretario del Sínodo de los Obispos, que fue concelebrada por monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja (Argentina), y por monseñor Luis Fernando Ramos, obispo de Puerto Montt (Chile).
En su homilía monseñor San Martín centró se reflexión en la invitación a "mirar el mundo actual" desde "la perspectiva de Cristo". Pero advirtió que, "sin humildad, no es posible la experiencia de Dios". La "humildad, dijo", es "clave y llave: sentirnos hijos de Dios y situarnos desde su amor".
"La humildad como llave, explicó, nos lleva a reconocer nuestro lugar de criaturas pequeñas y fugaces, pero grandes, no por nosotros, sino por el amor de Dios, por el amor que Dios nos tiene, que nos hace hijos siendo nada, no valiendo nada, siendo pobres, un instante fugaz en el tiempo, una partícula insignificante en el espacio. Somos grandes, porque Dios nos hace sus hijos por su amor, por voluntad suya, no por nuestras fuerzas o méritos, sino por el don amoroso de Dios".
"Desde ahí debemos actuar en nuestra vida cristiana, desde ahí debemos abordar este momento importantísimo que estamos viviendo en la Iglesia. Desde ahí también vivimos e impulsamos el proceso sinodal, cualquier proceso de renovación en la Iglesia. Siempre desde Cristo resucitado. Desde el lenguaje del Evangelio. Desde la perspectiva del Evangelio", animó el subsecretario del Sínodo de los Obispos.
"Nosotros, concluyó, hoy y siempre, miramos a Cristo. Ser cristiano es ser Cristo. Miramos a Cristo, que no acepta privilegios, sino que dona su vida por el mundo, pagando con la vida la paz de nuestro rescate. Esta es nuestra oferta. Esto es lo que el Señor nos pide. Gastar la vida por amor y recuperarla en Él".+