'Cada parroquia debe llegar a concretar en signos solidarios su compromiso social'
- 6 de agosto, 2024
- Buenos Aires (AICA)
Lo expresó Mons. García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires, al recordar que "no se puede ser ajeno a los grandes sufrimientos que vive la mayoría de nuestra gente".
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, llamó a preguntarse: "¿Cuál es la otra orilla a la que tengo que animarme a dar el paso?", y planteó: "A veces son decisiones que venimos atrasando hace rato, decisiones que no nos animamos a tomarlas, porque al final casi terminamos acostumbrados a vivir mal, ¿no?".
"Animémonos a seguir buscando una mejor calidad de vida. No perdamos las ganas de buscar. Tengamos ganas de encontrarnos con el Señor y con su proyecto del Reino y, por lo tanto, que cada uno pueda pensar ¿Cuál es esa otra orilla a la que me tengo que animar a llegar?", sostuvo.
El arzobispo porteño consideró que, para llegar a la otra orilla, hay que "tener un alma aventurera", y aseguró: "Tenemos que descubrir que no solamente para salir a buscar y encontrar al Señor lo hacemos por el hambre de la panza, como lo hicieron los del pueblo que lo buscaban por la multiplicación de los panes, sino que Jesús hoy, en el Evangelio, lo que nos quiere ayudar a descubrir es que hay un hambre mucho más profunda, hay un hambre que está ligada al hambre de la justicia, al hambre de la esperanza, al hambre de la dignidad, al hambre de una educación mejor para nuestros hijos, al hambre de un futuro mejor".
"Cuando hay ese hambre profunda de adentro, es cuando uno se anima a movilizarse, es cuando uno se anima a arriesgarlo todo, como decía, por ejemplo, de tantas familias venezolanas que llegaron a nuestras tierras", ejemplificó.
Monseñor García Cuerva afirmó que, "si Jesús vino para que todos tengamos vida en plenitud, la parroquia tiene la hermosa ocasión de responder a las grandes necesidades de nuestros pueblos. Para ello, tiene que seguir el camino de Jesús y llegar a ser buena samaritana, como Él. Cada parroquia debe llegar a concretar en signos solidarios su compromiso social en los diversos medios en que ella se mueve, con toda la imaginación de la caridad".
"No puede ser ajena a los grandes sufrimientos que vive la mayoría de nuestra gente y que, con mucha frecuencia, son pobrezas escondidas", aseveró, y enfatizó: "Toda auténtica misión unifica la preocupación por la dimensión trascendente del ser humano y por todas sus necesidades concretas, para que todos alcancen la plenitud que Jesucristo ofrece".
"Jesucristo ofrece saciar el hambre más profunda de nuestro pueblo; nosotros, como discípulos misioneros, queremos animarnos a no dejar de buscar para encontrarnos con Él; cruzando a la otra orilla, es decir, arriesgándonos por Jesucristo y animándonos a saciar el hambre profunda de nuestra gente, también desde nuestras comunidades parroquiales, como nos dice este texto del documento de Aparecida", concluyó.+