Card. Rossi: 'Es una obligación del cristiano asistir al hambriento'

  • 29 de julio, 2024
  • Córdoba (AICA)
El arzobispo de Córdoba destacó la gracia del olvido de sí y sugirió que "el hacernos cargo de los pobres, de los que sufren, es condición necesaria para la validez existencial de la Iglesia".

El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, presidió la celebración del domingo decimoséptimo del tiempo ordinario en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y, en su homilía, resaltó la obligación de la Iglesia de ocuparse de los pobres.

El cardenal aseguró que es una obligación del cristiano asistir al hambriento, y destacó la gracia del olvido de sí -"olvidarse del propio interés y poner la mirada en el otro"-, a imitación de Jesús en la multiplicación de los panes, con "esa mirada misericordiosa, esa mirada conocedora de nuestro corazón".

"El Señor nos mira amando, nos conoce mejor que nosotros mismos", destacó, y señaló que "esa mirada nos hace bien cuando nos toca vivir cosas duras, es como que uno encuentra cobijo en esa mirada".

Por eso, animó a "entrar en la escuela de esa mirada", para que "podamos llegar un día a poder mirar así como el Señor nos mira". Y esta gracia de salir de sí mismo, de olvidarse de sí, esto es lo que tiene que ser la Iglesia, sostuvo, "una Iglesia que acepta la provocación de los problemas del mundo, de las necesidades, de los dolores de la gente", porque "el hacernos cargo de los pobres, de los hambrientos, de los que sufren es condición necesaria para la validez existencial de la Iglesia".

En ese sentido, alertó contra la tentación de intimismo, "de una fe solo para nosotros, para un grupito de elegidos", y pidió "que aprendamos a ver en lo cotidiano la pequeña o gran multitud hambreada que nos rodea o que se nos ha encomendado, y que frente a ellos no hay tiempo de despedidas, sino que siempre es el tiempo de acogida".

A su vez, insistió en "que podamos sensibilizar esa especie de radar natural instintivo que debería tener todo cristiano, capaz de captar dónde está habiendo más dolor en torno a nosotros, dónde estoy haciendo más falta en este momento".

"Cada cristiano es responsable del hambre del otro, sea de amistad, sea de pan, sea de comprensión, sea de justicia, sea de una palabra bien dicha, sea de perdón", planteó, y concluyó insistiendo en que "no podemos pasar distraídos por esta vida, sin hacernos cargo de las pequeñas o grandes multitudes que Dios nos ha puesto al lado para que las cuidemos".+