Papa: ciencia y fe tienen la misma matriz en la Verdad absoluta de Dios

  • 20 de junio, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco subraya que la fe y la ciencia pueden "unirse en la caridad si la ciencia se pone al servicio de los hombres, sin desviarla en detrimento o incluso pérdida de ellos".

"La Iglesia está atenta a sus investigaciones y las alienta", dijo el Papa Francisco a los científicos que participan en una conferencia que finaliza este viernes en Castel Gandolfo sobre "los agujeros negros, las ondas gravitacionales y la singularidad del espacio y del tiempo en honor del belga". sacerdote y astrónomo, George Lemaitre

Siete años después de una primera conferencia dedicada al padre George Lemaitre, una cuarentena de investigadores, entre ellos dos premios Nobel, se reúnen estos días en el Observatorio Vaticano, a las afueras de Roma, para un nuevo encuentro en homenaje a la obra del belga sacerdote que fue profesor de física en la Universidad Católica de Lovaina y presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias de 1960 a 1966. 

El Papa Francisco los recibió este jueves por la mañana, destacando el modo en que el trabajo de George Lemaitre había sido "reconocido posteriormente por el Unión Astronómica Nacional", que decidió añadir su nombre al de Hubble en la ley que permite estimar la relación entre la distancia y la velocidad de las galaxias en el universo cercano, demostrando que este se está expandiendo.

Evocando los debates en curso sobre las ondas gravitacionales o "la naturaleza enigmática de la singularidad astronómica desde el Big Bang hasta los agujeros negros", Francisco asegura a los científicos que "la Iglesia está atenta a esta investigación y la alienta, porque sacude la sensibilidad y la inteligencia de los hombres y mujeres de nuestro tiempo".

El Santo Padre evocó el vértigo en el que la astronomía sitúa al hombre y la búsqueda de sentido que induce. "El origen del universo, su evolución última, la estructura profunda del espacio y del tiempo enfrentan al ser humano a una búsqueda ansiosa de sentido, en un escenario vasto donde corre el riesgo de perderse". 

Sobre este punto, Francisco citó el Salmo 8 que, según él, testimonia claramente que los temas del congreso son particularmente relevantes para la teología, la filosofía, la ciencia y la vida espiritual: "Ver tu cielo, la obra de tus dedos, la luna y las estrellas que miraste fijamente/ ¿Qué es el hombre que piensas de él, hijo de un hombre, que lo cuidas?/ Querías que fuera un poco menos que un dios, el coronado de gloria y honor.

Ciencia y Fe
¿Cómo se unen la ciencia y la fe? El Papa cree que el camino humano y espiritual de Georges Lemaitre, sacerdote y científico "ejemplar", es inspirador. El aspirante a ingeniero vivió la Segunda Guerra, cuyos horrores vivió, antes de seguir su doble vocación sacerdotal y científica. Si inicialmente cree que "las verdades científicas están veladas en las Sagradas Escrituras", sus experiencias y sus elaboraciones espirituales le llevarán luego, precisa el Papa, a darse cuenta de que la creación y el Big Bang son dos realidades distintas.

Entiende "que la ciencia y la fe siguen dos caminos diferentes y paralelos, entre los cuales no hay conflicto. Al contrario, continúa Francisco, "estos caminos pueden armonizar entre sí", porque la ciencia y la fe, para un creyente, tienen "la misma matriz en la Verdad absoluta de Dios". El Dios en el que cree George Lemaître "no puede ser un objeto fácilmente categorizable por la razón humana", es "el "Dios oculto", que permanece siempre en una dimensión de misterio, no completamente comprensible".

Aliento de la Iglesia
La conferencia fue concebida como un " espacio neutral " de discusión por parte del Observatorio Vaticano, y el Papa espera que la libertad y la "ausencia de condicionamientos" que experimentan los investigadores les permita "de manera leal y humilde" avanzar hacia la verdad, que es sin duda, dice, una emanación de la Caridad de Dios. 

"La fe y la ciencia pueden unirse en la caridad si la ciencia se pone al servicio de los hombres de nuestro tiempo, y no se distorsiona en detrimento de ellos, o incluso en su destrucción", recuerda el Papa, que los animó a ir "a las periferias" del conocimiento humano. "Es allí, aseguró, donde podemos experimentar al Dios del Amor, que satisface y sacia la sed de nuestro corazón".+