Mons. Martínez: 'Inteligencia artificial y sabiduría del corazón'
- 15 de mayo, 2024
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas tituló de esa manera su carta pastoral para el domingo de la Ascensión, en el que la Iglesia celebra también la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, en su carta para la solemnidad de la Ascensión del Señor, celebrada el domingo 13 de mayo, se centró en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, conmemorada por la Iglesia ese día.
En ese marco, el diocesano señaló: “El texto del Evangelio, empieza señalando el mandato evangelizador que el Señor hizo a los Apóstoles”, para subrayar: “En realidad, este mandato se sitúa en el centro de la tarea de todo bautizado que es evangelizar y siempre implicará, por lo tanto ‘comunicar’ el Evangelio”.
Al respecto, el obispo posadeño citó parte del mensaje del Papa de este año sobre las comunicaciones, titulado Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana: “En esta época que corre el riesgo de ser rica en tecnología y pobre en humanidad, nuestra reflexión sólo puede partir del corazón humano. Sólo dotándonos de una mirada espiritual, sólo recuperando una sabiduría del corazón, podremos leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana. El corazón, bíblicamente entendido como la sede de la libertad y de las decisiones más importantes de la vida, es símbolo de integridad, de unidad, a la vez que evoca afectos, deseos, sueños, y es sobre todo el lugar interior del encuentro con Dios. La sabiduría del corazón es, pues, esa virtud que nos permite entrelazar el todo y las partes, las decisiones y sus consecuencias, las capacidades y las fragilidades, el pasado y el futuro, el yo y el nosotros”.
En el mismo sentido, monseñor Martínez volvió a transcribir un fragmento del mensaje papal: “Corresponde al hombre decidir si se convierte en alimento de algoritmos o, en cambio, si alimenta su corazón con la libertad, ese corazón sin el cual no creceríamos en sabiduría. Esta sabiduría madura sacando provecho del tiempo y comprendiendo las debilidades. Crece en la alianza entre generaciones, entre quienes tienen memoria del pasado y quienes tienen visión de futuro. Sólo juntos crece la capacidad de discernir, de vigilar, de ver las cosas a partir de su cumplimiento. Para no perder nuestra humanidad, busquemos la Sabiduría que es anterior a todas las cosas, la que pasando por los corazones puros hace amigos de Dios y profetas. Ella nos ayudará también a orientar los sistemas de inteligencia artificial a una comunicación plenamente humana”.
Para concluir, el diocesano expresó: “En esta jornada de las comunicaciones sociales queremos rezar por este gran desafío que nos ofrece nuestra cultura. Cada uno desde su propio lugar, es responsable de generar una cultura de respeto, de diálogo y amistad”, a lo que agregó, finalmente: “Pedimos especialmente por los trabajadores de la comunicación, para que vivan su trabajo como una responsabilidad que surge de una vocación desafiante, pero maravillosa”.+