Mons. Bokalic ordenó a un nuevo sacerdote
- 13 de marzo, 2024
- Santiago del Estero (AICA)
El joven diácono Federico Poldi, oriundo de Santa Fe, fue ordenado por el obispo de Santiago del Estero el viernes 8 de marzo, en la catedral basílica de Nuestra Señora del Carmen.
La Iglesia de Santiago del Estero celebró con júbilo la ordenación sacerdotal de Federico Poldi, un joven oriundo de Santa Fe que finalizó su preparación en esta provincia y, por su propia voluntad, decidió incorporarse a la diócesis santiagueña.
La ceremonia tuvo lugar el pasado viernes 8 de marzo, en la catedral basílica de Nuestra Señora del Carmen; estuvo presidida por el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic CM, y fue concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Enrique Martínez Ossola.
Tras la lectura del Evangelio, se realizó la presentación del candidato y se pidió su ordenación sacerdotal. Una vez aceptada la solicitud, el pastor de la Iglesia de Santiago se dirigió a la asamblea.
“Dios, después de haber liberado a su pueblo de la esclavitud, mostrándole todo su amor, les da este mandamiento: ´Amar a Dios y amar al prójimo´. He aquí la vocación de todo hombre y toda mujer que llega a este mundo. En la vocación, en su vivencia, se juega nuestra vida y nuestra felicidad”, expresó.
“¡Bien puede decir Federico: ´Hemos conocido el amor y creemos en Él´”, añadió. “La vocación del presbítero es una vocación de amor. Es la respuesta personal de alguien que se sintió amado, seducido, atraído por el amor de Jesús. Es decir, creyó en el amor y eligió entregar y consagrar su vida sirviendo en el amor. Un amor que no separa a Dios de los hombres”.
Por ello, señaló que la primera característica y tarea del sacerdocio, fundamental para mantener vivo el don, es cultivar y cuidar esa vivencia y esa experiencia, renovando permanentemente el amor de Dios.
“Desde esa experiencia –continuó- podrá vivir y dar todo de sí, por amor a los hermanos. Desde esa vivencia, celebrará el misterio del amor: el sacrificio de Jesús, en cada Eucaristía. Celebración que lo unirá más íntimamente a Él, dejándose revestir por sus sentimientos y actitudes, para ayudar y santificar al pueblo de Dios”.
En ese sentido, el prelado destacó que “la Eucaristía hace presente sacramentalmente a Cristo, el Redentor del mundo. Es tarea vital profundizar en este misterio de Amor que da vida. Junto al pan y vino que ofrecerá, estará presente toda su vida, sus tareas, cansancios, los rostros de los hermanos”.
El prelado santiagueño instó al nuevo sacerdote a darse tiempo “para recibir a la gente, más allá de horarios, y compromisos. Es un ministerio hermoso ser ‘ministro de la Reconciliación’. Muy unido a ello, dar tiempo para escuchar a la gente: hay muchísima necesidad de ser escuchados, por tantas heridas que hay en el corazón humano”.
Para concluir, monseñor Bokalic encomendó a Federico Poldi a la Virgen, bajo la advocación de María Auxiliadora y Nuestra Consolación de Sumampa (Patrona de Santiago), y también a Santa Mama Antula, modelo de peregrina, misionera apasionada e incansable en cuanto a llevar el Evangelio a todos lados.+