Francisco: 'No se rindan, no dejen de soñar con un mundo mejor'
- 10 de enero, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa recibió a representantes de DIALOP, una iniciativa que promueve el diálogo entre socialistas y cristianos, y los invitó a construir un futuro mejor para un mundo dividido por polarizaciones
Al recibir a los representantes del proyecto de diálogo DIALOP Transversal, una iniciativa nacida en 2014 entre socialistas y cristianos para una ética social común y una ecología integral, el Papa Francisco los invitó a construir un futuro mejor para un mundo "dividido por guerras y polarizaciones".
También los animó a prestar atención a los pobres, emigrantes, desocupados y sin techo: "La medida de una civilización se ve por cómo se trata a los más vulnerables", dijo.
“Esta es la invitación que les hago: no retrocedan, no se rindan, no dejen de soñar con un mundo mejor”, exhortó Francisco, “porque es en la imaginación donde la inteligencia, la intuición, la experiencia y la memoria histórica se unen para crear, aventurarse y arriesgarse”.
A continuación, el Papa recomendó tres actitudes: la valentía para romper esquemas, la atención a los más débiles y la promoción de la legalidad.
“Primero: tener el coraje de romper moldes y abrirse, en el diálogo, a nuevos caminos. En una época marcada en muchos niveles por conflictos y divisiones, no perdamos de vista lo que aún se puede hacer para invertir el rumbo”, insistió.
Contra enfoques rígidos que separan, el pontífice pidió cultivar, con el corazón abierto, la confrontación y la escucha, sin excluir a nadie, a nivel político, social y religioso, “para que la contribución de cada persona pueda, en su peculiaridad concreta, ser acogida positivamente en los procesos de cambio a los que está vinculado nuestro futuro”.
También llamó a prestar atención a los más débiles: “La medida de una civilización se puede ver en la forma en que se trata a los más vulnerables: los pobres, los desempleados, los sin hogar, los inmigrantes, los explotados y todos aquellos a quienes la cultura del descarte convierte en basura”.
La solidaridad -afirmó el Papa- además de ser una virtud moral, es una exigencia de la justicia, que requiere la corrección de las distorsiones y la purificación de las intenciones de los sistemas injustos, incluso a través de cambios radicales de perspectiva en el reparto de desafíos y recursos entre personas y pueblos.
En ese sentido, indicó que le gusta llamar "poeta social" a quien se dedica a este campo, porque la poesía es creatividad, y aquí se trata de poner la creatividad al servicio de la sociedad, para que sea más humana y fraterna.
Finalmente, el obispo de Roma pidió compromiso para combatir el flagelo de la corrupción, el flagelo del abuso de poder y la ilegalidad: “Sólo con honestidad es posible establecer relaciones sanas y cooperar con confianza y eficacia en la construcción de un futuro mejor”.+