El Centro de Bioética, Persona y Familia dio a conocer algunas consideraciones críticas respecto al proyecto de reforma del Código Civil. Entre ellas, el organismo que dirige el doctor Nicolás Lafferriere señaló que el alquiler de vientres busca ser ocultado mediante "tecnicismos lingüísticos para encubrir la verdadera naturaleza de lo que ocurre" y negar que se acomete una "cosificación del niño y la mujer" y el surgimiento de "nuevas formas de explotación de la mujer".
El Centro de Bioética, Persona y Familia divulgó algunas consideraciones críticas respecto al proyecto de reforma del Código Civil. Entre ellas, la institución que preside el doctor Nicolás Lafferriere señaló que el alquiler de vientres busca ser ocultado mediante "tecnicismos lingüísticos para encubrir la verdadera naturaleza de lo que ocurre" y negar que se acomete una "cosificación del niño y la mujer" y el surgimiento de "nuevas formas de explotación de la mujer", especialmente entre las de menores recursos.
"La consecuencia directa de esta figura del alquiler de vientres es la cosificación del niño y la mujer y el surgimiento de nuevas formas de explotación de la mujer, sobre todo de las más pobres, como lo demuestra la trágica experiencia de la India en la materia", expresa un artículo difundido por la institución.
El proyecto de reforma, actualización y unificación de los Códigos Civil y Comercial de la nación permite, en su artículo 562, la "gestación por sustitución", y en su inciso f establece como requisito para la homologación judicial que "la gestante no haya recibido retribución". No obstante, el equipo interdisciplinario alertó sobre la inexistencia de algún mecanismo que también restrinja la "compensación", entendida ésta como "un beneficio en resarcimiento del daño, perjuicio o disgusto que se ha causado" sobre la mujer, de modo que abre la puerta a la entrega de sumas de dinero y el establecimiento de una motivación económica.
Asimismo, el centro afirmó que "el artículo 562 utiliza el verbo en su tiempo pasado, de modo que cabe preguntarse qué sucede si en el futuro la mujer recibe alguna ?retribución? ".
Finalmente, el equipo recalcó la violación de los derechos humanos básicos de la persona y fustigó la figura del alquiler de vientre porque "es una grave ofensa a la dignidad de la mujer y del niño y una inaceptable cosificación de la vida humana"
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