Feministas y gay decididos a destruir la familia heterosexual
- 3 de octubre, 2012
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Madrid (España) (AICA)
La destrucción de la familia heterosexual no responde a un fenómeno espontáneo o evolutivo, sino que es el resultado de una estrategia minuciosamente armada por los movimientos de sodomitas o gay y feministas que llevan adelante una denodada campaña para redefinir jurídicamente el matrimonio y la familia, empleando la presión de los medios de comunicación social y para acallar voces discrepantes lograron imponer su invento de la "discriminación". Estos y similares conceptos se escucharon a lo largo de la Jornada sobre Familia realizada el pasado fin de semana en Madrid organizada por el Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad CEU San Pablo bajo el título "Familia: ¿Crisis o evolución?"
La destrucción de la familia heterosexual no responde a un fenómeno espontáneo o evolutivo, sino que es el resultado de una estrategia minuciosamente armada por los movimientos de sodomitas o gay y feministas que llevan adelante una denodada campaña para redefinir jurídicamente el matrimonio y la familia, empleando la presión de los medios de comunicación social y para acallar voces discrepantes lograron imponer su invento de la "discriminación".
Estos y similares conceptos se escucharon a lo largo de la Jornada sobre Familia realizada el pasado fin de semana en Madrid organizada por el Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad CEU San Pablo bajo el título "Familia: ¿Crisis o evolución?"
Entre los ponentes estuvo la que fue ministra de Relaciones Exteriores de Noruega y miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, Janne Haaland Matlary, quien manifestó que el concepto de familia arraigado durante centurias en Occidente está siendo sometido a un proceso deliberado de vaciado y de equiparación con otras realidades.
Haaland Matlary se manifestó de acuerdo en que los motores de este cambio son el movimiento gay y los sectores feministas. Éstos, señaló, ya habrían alcanzado gran parte de sus objetivos. "Todos los tipos de familia ya son considerados iguales, esto ya lo han conseguido". De hecho, de seguir el mismo ritmo y sentido la marcha de los acontecimientos, "la familia heterosexual no será por mucho tiempo la norma de referencia para la Ley". "Cualquier cosa que se otorgue a la familia heterosexual será válida para las parejas homosexuales".
La equiparación de todos los modelos de convivencia es uno de los tres vértices de un triángulo completado por la banalización del vínculo biológico, es decir, de la paternidad biológica, y la imposición de un relativismo absoluto en el enjuiciamiento de los modos de vida, describió la académica.
Asimismo, Haaland Matlary afirmó que todo ello no responde a un fenómeno espontáneo sino a una estrategia minuciosamente trazada. Los movimientos gay y feminista llevan a cabo una "descarada campaña dirigida a redefinir jurídicamente el matrimonio y la familia", objetivo que para estos agentes es "paso necesario para adquirir ?derechos familiares? como el derecho a la adopción y el derecho a la inseminación".
Las palancas que emplean para operar estas bruscas transformaciones son la manipulación del Derecho Internacional, la desvirtuación de la evidencia científica y la presión mediante los medios de comunicación social. Con respecto a esto último, aludió al "gran problema político" que supone la utilización del concepto de ?no discriminación? para silenciar voces discrepantes.
"No entiendo cómo los feministas y los gays, sobre todo estos últimos, son tan poderosos, pero lo son. A mí me quisieron llevar ante la Justicia por decir que la familia heterosexual es una definición que emana de los Derechos Humanos", relató la política noruega.
Estas situaciones florecen en un clima de relativismo extremo. "Todo es relativo y nadie puede definir los límites de ese relativismo". En este ambiente todo es concebible. "Hoy la bigamia o la poligamia están condenadas por la Ley, pero quién sabe si mañana lo serán". La cosa bien fácilmente podría cambiar si "aparece algún interés de grupo o los medios de comunicación se centran en ello".
"Literalmente un animal"
De relativismo habló también el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco. A su entender, el gran problema que afecta al mundo contemporáneo, y a la familia en particular, es que "gran parte de nuestros contemporáneos no tiene ni remota idea de qué es ser un ser humano. Hoy muchos no saben que se puede distinguir el bien del mal. Así, no harán ni el intento de ser buenos. Alguien que vive de este modo es literalmente un animal, vive en un estado prehumano", ha dicho el ponente antes de matizar que no se refiere necesariamente a gente iletrada. Bien pudiera estar aludiendo a "catedráticos de universidad o presidentes del gobierno", apuntó.
Blanco expuso también su diagnóstico sobre la alta tasa de fracasos matrimoniales. Si los matrimonios no prosperan no es por "falta de afán conyugal", sino porque muy a menudo los contrayentes llegan al matrimonio habiendo "prostituido la dimensión conyugable de su ser, que es la sexualidad". Esto se da en los casos en los que la pareja ha desvinculado la sexualidad de su intrínseca apertura a la vida, banalizándola así.
Blanco compartió la mesa redonda con el catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de La Coruña, Ignacio Sánchez Cámara, y el director del Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad CEU San Pablo, Elio Gallego.+