Una multitud celebró a la Virgen de la Merced en Tucumán

  • 25 de septiembre, 2012
  • Tucumán
Ayer, lunes 24 de septiembre, miles de fieles tucumanos formaron una columna de un kilómetro y medio en la procesión por los 100 años de la coronación de la imagen de la Virgen de la Merced y también se conmemoró el bicentenario de la batalla de Tucumán. La misa central fue presidida por el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien impartió la bendición apostólica y en su homilía manifestó: "Estoy en su Patria desde hace solamente pocos meses y por lo tanto es un honor especial poder participar en la solemnidad de nuestra señora de la Merced, en ocasión del primer centenario de su coronación".
Ayer, lunes 24 de septiembre, miles de fieles tucumanos formaron una columna de un kilómetro y medio en la procesión por los 100 años de la coronación de la imagen de la Virgen de la Merced y también se conmemoró el bicentenario de la batalla de Tucumán. La misa central fue presidida por el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien impartió la bendición apostólica. Lo acompañaban el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Horacio Zecca, el arzobispo emérito monseñor Luis Héctor Villalba; el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello; el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc; y el de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti. El gobernador José Alperovich participó del acto junto a su esposa, la presidente provisional del Senado, Beatriz Rojkés, al igual que el intendente Domingo Amaya. Durante la misa, en honor a la patrona de la arquidiócesis y de la provincia de Tucumán, el nuncio apostólico manifestó: "Me siento muy feliz de poder celebrar esta fiesta patronal con ustedes. Estoy en su Patria desde hace solamente pocos meses y por lo tanto es un honor especial poder participar en la solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, en ocasión del primer centenario de su coronación". Monseñor Tscherrig resaltó que "hemos comenzado esta solemnidad frente a la escultura del General Manuel Belgrano con la bendición e imposición de los escapularios a los cadetes del Liceo Gregorio Aráoz de Lamadrid, ya que el mismo general Belgrano mandó imponerlo a los cadetes de su tiempo" y añadió que "con ese noble gesto, Belgrano ha querido expresar su propia veneración a Nuestra Señora de La Merced a la que también entregó su bastón de mando, después de la histórica Batalla de Tucumán, venciendo por la libertad de la Patria". "Como creyentes estamos llamados a dar testimonio de que nuestra historia, como la de todos los pueblos, está en las manos de Dios. No el hombre, sino Dios es el Señor de la historia", dijo y agregó que "la verdadera libertad, entonces, no consiste en hacer lo que queremos sino más bien en hacer la voluntad de Dios". Como conclusión, el nuncio pidió a Nuestra Señora de la Merced que "asista a nuestra Iglesia en la Argentina a fin de que el Año de la Fe, anunciado por nuestro Santo Padre, sea un verdadero baño de gracias, de conversión y de renovación espiritual para todos. Santa María Señora de la Merced, Madre Nuestra, ayúdanos a creer, a esperar y a amar". + Texto completo de la homilía