Un grupo de obispos americanos aboga por políticas migratorias 'justas y humanas'

Prelados de Centroamérica, Norteamérica y el Caribe firmaron un manifiesto, en el que consideran esencial promover la cooperación regional para abordar las causas profundas de la migración forzada.

Los obispos de Centroamérica, Norteamérica y el Caribe abogaron, en un manifiesto, por "políticas migratorias justas y humanas que respeten la dignidad y los derechos fundamentales de todos los migrantes".

El documento, suscripto frente a la tumba de san Óscar Arnulfo Romero, obispo y mártir, se fundamenta en la premisa: "Migrar es un derecho"; tal el planteo que hizo el Papa Francisco en la 109ª Jornada de Migrantes y Refugiados.

“Es esencial promover la cooperación regional y global, para abordar las causas profundas de la migración forzada y trabajar juntos en la búsqueda de soluciones sostenibles, de tal modo que cada persona sea libre para migrar o quedarse", afirmaron en el texto.

Reunidos en El Salvador del 21 al 25 de agosto, los prelados analizaron en profundidad la realidad migratoria de la región, compuesta por diversos corredores migratorios, que tienen como principal destino Estados Unidos.

En esa travesía -alertaron- son muchos los peligros a los que se exponen miles de personas, quienes tan solo buscan “una mejor vida”; sin embargo, “nos duele ver cómo tantas personas son víctimas de la trata, los abusos y la discriminación en su travesía hacia un futuro mejor y cómo las fronteras, que deberían ser lugares de encuentro y fraternidad, son símbolos de muerte y exclusión”.

Asimismo, señalaron que, como pastores de la Iglesia, “reconocemos que cada persona que se ve obligada a dejar su hogar lleva consigo una historia única y dolorosa. Detrás de cada persona que emigra, forzosamente hay sueños rotos, familias separadas y vidas marcadas por el sufrimiento”.

“Estamos llamados a defender la dignidad y los derechos de todos los seres humanos, independientemente de su origen o estatus migratorio”, sostuvieron, y reiteraron que “la migración forzada es un fenómeno complejo y multifacético, impulsado por una variedad de factores, como la pobreza, la violencia, la falta de oportunidades económicas, la inestabilidad política y, más recientemente, los efectos del cambio climático”.

Los prelados de la región se sumaron así al llamado del pontífice para “construir puentes”, y reconocieron que “el desarrollo humano integral es el camino para asegurar una vida digna para todas las personas, especialmente las vulnerables”.

También convocaron a las comunidades de fe, para que sean "acogedoras y solidarias con los migrantes que llegan a nuestras puertas”, al tiempo que rememoraron las palabras de Jesús: “Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa”.

Tomando el pasaje bíblico de Mateo (25, 34-35), recordaron la promesa de acogida en el cielo: “Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo”.

Los obispos de Centroamérica, Norteamérica y el Caribe invitaron a orar por “todos los migrantes y refugiados, para que encuentren consuelo en medio de sus dificultades y puedan construir una vida digna y plena".

Más información, en www.adn.celam.org.+