'Hacer el bien, buscar la justicia', oración por la unidad cristiana

  • 2 de junio, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
Con ese lema se rezó en el acto central de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Participaron el presidente del Episcopado, Mons. Oscar Ojea, y representantes de iglesias cristianas.

En la parroquia Santa Julia, del barrio porteño de Caballito, se realizó el jueves 1° de junio el acto central de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (SOUC), con la participación del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, y de representantes de distintas iglesias y confesiones cristianas.

“Hacer el bien, buscar la justicia”, fue el lema de la semana de oración de este año, que organiza la Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas en la Argentina (CEICA), integrada por la Iglesia Católica Apostólica Romana y otras veinte iglesias y entidades.

Una cuidada liturgia, con un programa de oraciones redactado previamente e impreso en un folleto, fue siendo seguida por más de un centenar de asistentes, que respondía a las invocaciones a Dios.

Leyendo ese programa, inició la lectura la pastora Delia Ravagnani, de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU): “Hermanos y hermanas, nos reunimos aquí en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por las aguas del bautismo, hemos llegado a ser miembros del Cuerpo de Cristo; sin embargo, el pecado ha provocado entre nosotros dolor y sufrimiento”.

“Nos reunimos para orar por el fortalecimiento de la unidad que experimentamos como cristiano y para abrir nuestros corazones… Necesitamos la gracia de Dios para superar nuestras divisiones y para arrancar de raíz los sistemas y estructuras que han contribuido a la fractura de nuestras comunidades", prosiguió.

Se rezó el salmo 42, se invitó a la confesión y al perdón siguiendo la lectura del profeta Isaías y el arzobispo Iosif, de la Iglesia Ortodoxa Griega, virtió lentamente una jarra de agua en un recipiente simbolizando la pila bautismal. “Lavaos, purificaos, apartad de mi vista todas vuestras fechorías…”, decía Isaías.

Se leyó el Evangelio de San Mateo y el arzobispo Iosif dio una homilía, en la que invitó a la conversión del corazón, sin la cual la gracia de la fe quedaría impotente, y subrayó la aspiración de los cristianos a la santidad y a la verdad de la fe.

Piedras vivas e historias de vida
Luego, María Luisa D’Osualdo de Cárdenas, católica, reseñó su experiencia de 35 años en la Semana de Oración promovida por la CEICA, que vio como una  prolongación de la oración de Jesús al Padre el Jueves Santo, invocando que todos sean uno. Señaló como estos encuentros –realizados además varias veces cada año- han servido “para conocernos”, para crecer en caridad y amor al prójimo con el precepto: “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”.

Destacó todo lo que comparten los cristianos –el bautismo, la Palabra de Dios- y cómo se ha avanzado en la amistad al fomentar el trato y el conocimiento. Pero admitió: “No hemos logrado transmitir eso a las comunidades”. Finalmente invocó a “Nuestro Señor Jesucristo, a quien amamos y en quien tenemos puesta toda nuestra esperanza”.

Dos mujeres de la Iglesia Nueva Apostólica, de nombres Graciela y Viviana, relataron su experiencia en proveer ropa, comida y acompañamiento (empatía, cariño, “la comida del alma”) a personas necesitadas en un lugar del sur del conurbano bonaerense. Así, dan de comer a 400 personas dos veces por semana.

“Como piedras vivas, somos testigos de historias que permanecerán –dijo quien presentó estos varios testimonios-. Con cada historia, el Cuerpo de Cristo está siendo construido y edificado. Nuestras historias están entrelazadas con la historia de Cristo, la piedra angular de nuestra unidad cristiana”.

“Allí está Dios”
Un pequeño coro de jóvenes de la parroquia Santa Julia cantó: “Ubi charitas et amor Deus ibi est” (donde hay caridad y amor allí está Dios) y otros himnos. Y un numeroso coro de la Iglesia Nueva Apostólica entonó otras canciones religiosas.

En la oración final a Dios eterno, se pidió: "Mira estos rostros reunidos en asamblea santa y envíalos donde Tú quieras. Anímalos por tu Espíritu Santo a continuar contando sus historias, a hacer el bien y a buscar la justicia por amor a tu Creación a través de sus actos".

Agradeció a todos el anfitrión, el párroco de Santa Julia, presbítero Carlos White, quien está encargado de ecumenismo y diálogo interreligioso en la arquidiócesis porteña y en la CEA.

Participantes
Junto a monseñor Ojea estuvieron en el estrado, entre otros, los ministros anglicanos David George y Marcelo Centurión; Gerardo Oberman, de la Iglesia Reformada Argentina; el diácono Ricardo Schlegel, de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP); el obispo Américo Jara Reyes y Mariel Pons, de la Iglesia Metodista; Miguel Masciotta, de la Iglesia Nueva Apostólica, y Mariela Pereyra, de la IELU, además de la señora de Cárdenas, de activo papel en la organización.

Entre el público, entre otros, se vio al ingeniero Rafael Corzo, ex presidente de la Acción Católica Argentina; el doctor Juan Navarro Floria, ex presidente del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR); Marco Gallo, de la Comunidad San Egidio; Gabriela Micucci, de la junta ejecutiva de la democracia cristiana porteña; el pastor metodista Hugo Urcola; Sofía T. de Anghelidis y Victoria Anghelidis, de la Iglesia Ortodoxa Griega; el diácono permanente Rodolfo Sánchez Rubio, y Juan Víctor Szymko, ambos de la diócesis de San Justo; Adriana Guevara, delegada de Ecumenismo de la diócesis de Merlo-Moreno, y varias personas católicas de actuación en el campo ecuménico, como Alicia y Norma Castro, Delia Formolli y Florencia Uriburu, de la comisión arquidiocesana para el ecumenismo y el diálogo interreligioso; Hilda Hurmuz (armenia católica), Gabriel Arriola (scout) y Ana Guerrero (de la renovación carismática).+(Jorge Rouillon)