El Papa valora la renuncia al consumo como estilo de vida contemporáneo
- 17 de mayo, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco lo hace en el prefacio a un libro de Gaël Giraud y Carlo Petrini, titulado "El gusto por cambiar. La transición ecológica como camino hacia la felicidad".
En el prólogo a un libro que se publicará en italiano este miércoles -titulado El gusto por cambiar. La transición ecológica como camino hacia la felicidad-, el papa Francisco criticó la explotación de la naturaleza y las personas, y pidió un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente en nombre de los jóvenes y su futuro.
La generación joven en todo el mundo está exigiendo un cambio, escribe el papa Francisco: “Se trata de un cambio en el estilo de vida que explota tanto el medio ambiente. Necesitamos cambiar la forma en que usamos los recursos de la tierra, que no son infinitos. Debemos cambiar la forma en que tratamos a los jóvenes, las nuevas generaciones, a quienes les estamos robando el futuro. No sólo nos piden que hagamos esto, sino que también salen a la calle y expresan su descontento por un sistema económico hostil a los pobres y al medio ambiente".
"Los jóvenes buscan nuevos caminos y parten de la vida cotidiana: toman decisiones responsables en la elección de sus alimentos, sus medios de transporte y su comportamiento de consumo”, escribe el Papa, en el prólogo al libro de Gaël Giraud y Carlo Petrini, que llega este miércoles a las librerías.
“Debemos cambiar la forma en que usamos los recursos de la tierra, que no son infinitos”, insiste allí el pontífice.
La obra fue escrita por el jesuita y economista francés Gaël Giraud y el agnóstico y fundador del movimiento Slow Food en Italia, Carlo Petrini. El Papa los conoce a ambos y trabajó con ellos en otros proyectos de libros. Petrini también asistió al Sínodo del Amazonas en el Vaticano, en 2019.
El producto bruto interno no es un punto de referencia
El papa Francisco y los dos autores están de acuerdo en muchos puntos sustantivos. De hecho, el pontífice se refiere en el prólogo a su encíclica Fratelli tutti, en la que hace afirmaciones similares.
Francisco también enfatiza expresamente una declaración del economista y compañero suyo de la orden jesuita, Giraud: “Me impresionó mucho que Gaël Giraud reconstruyera cómo el producto bruto interno (PBI) se estableció a lo largo de la historia como el único parámetro para evaluar la salud de la economía de una nación. Explica que esto sucedió durante el período nazi y que el punto de referencia fue la industria armamentista: el PBI tiene un origen 'bélico', se podría decir". Hay una necesidad urgente de liberarse de "esta perspectiva economicista", advierte Francisco.
Estar ahí para los migrantes y refugiados
El pontífice también utiliza el prólogo para denunciar una vez más la indiferencia que prevalece en muchos lugares. “Ante las noticias que nos llegan todos los días -sequías, desastres ambientales, migraciones forzadas por el cambio climático- no podemos quedarnos indiferentes: seríamos cómplices de destruir la belleza que Dios quiso regalarnos en la creación que nos rodea”, refelxionó.
El Papa habla con urgencia a la conciencia de todos: “Afrontemos los hechos: el desarrollo económico temerario al que nos hemos entregado está provocando un desequilibrio climático que pesa sobre los hombros de los más pobres, especialmente en el África subsahariana. Debemos abrirles las puertas a quienes se enfrentan a situaciones medioambientales intolerables, consecuencias directas de nuestro consumismo desmedido”.
El Papa expresa que le gusta que la obra que prologa analice acertadamente la situación inicial y luego no caiga en un estado de shock, sino que ofrezca ejemplos positivos de cómo se puede lograr el cambio necesario.
"Manifiesto del futuro posible de nuestra sociedad y nuestro planeta"
El libro es un "manifiesto del futuro posible de nuestra sociedad y nuestro planeta, que está tan gravemente amenazado por las consecuencias destructivas de un enfoque colonialista que busca dominar la Creación”, dice Francisco.
La forma de diálogo del libro también satisface el gusto del Papa: “El intercambio nos enriquece, se trata de no insistir rígidamente en nuestras posiciones”.
Y añade: “Hablar ofrece una oportunidad para el crecimiento personal, en lugar del fundamentalismo que bloquea la innovación. Maduramos cuando debatimos, pero no cuando nos quedamos en una hermenéutica de convicción testaruda”.+