La vida religiosa adhiere a la cultura del cuidado de infancias y vulnerables

  • 15 de mayo, 2023
  • Pilar (Buenos Aires) (AICA)
Fue en el marco de la asamblea de la Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (Confar), que se realizó en la casa de retiros El Cenáculo, de Pilar. Participan cien superiores mayores.

La Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (Confar) realizó su Asamblea Ordinaria del 9 al 12 de mayo en la casa de retiros El Cenáculo, del partido bonaerense de Pilar. Las jornadas llevaron por lema “La osada esperanza al despuntar la aurora” y participaron más de 100 superiores mayores y representantes de las regiones y espacios de esa organización en el país. 

En ese marco se firmó el Protocolo de Cuidado y Protección de Niños, Adolescentes, jóvenes y Adultos Vulnerables. Con esta adhesión, la Confar manifiesta su compromiso, en comunión con la Iglesia y la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), por seguir “alentando una cultura del buen trato, de una espiritualidad del cuidado y la prevención, y en la búsqueda del bien común y por la defensa de los más vulnerables de la sociedad”.

“A través del protocolo que todos firmamos, como Confar nos comprometimos a posicionarnos con determinación en defensa de las víctimas e involucrar a nuestras congregaciones en el abordaje serio de la problemática de los abusos para que “la Iglesia sea un recinto de amor, justicia, verdad y paz, y todos encuentren en ella motivos para seguir esperando”, sostuvo.

“Iniciamos la asamblea alrededor del signo de la tienda, donde fuimos invitados a abrir espacios para que todos quepan, desplegando la vida. El simbolismo de la tienda estuvo presente en toda la asamblea, desde el posicionarnos asentados en el suelo de la realidad, afirmados en convicciones compartidas, siempre invitados a movimientos y desplazamientos, hacia el interior y hacia los márgenes”, destaca la Confar en el mensaje final.

Asimismo, señaló que “el informe de la Junta directiva nos permitió tomar contacto y valorar el camino del año transcurrido, apreciando la riqueza y el aporte de los diferentes equipos, espacios y comisiones. Parte importante de la reflexión de estos días fue la profundización del horizonte inspirador de la CLAR, donde -desde la experiencia de las mujeres del alba- fuimos convocados a un itinerario vital a través de los ocho movimientos”. 

“Escuchándonos y discerniendo desde la metodología de la conversación espiritual, nos preguntamos hacia dónde nos invitan a caminar juntos como Vida Religiosa en la Argentina. Nos sentimos convocados a reafirmar la centralidad de Jesús Resucitado en nuestras vidas, transformando nuestra cultura relacional a su estilo y contribuyendo a la transformación de la Iglesia en su camino de conversión sinodal”, afirmaron quienes la integran.

“Seguimos constatando la necesidad de entrelazar acciones, fuerzas y presencias que nos ayuden a visibilizar y estar cerca, con audacia y ternura, de personas, realidades y situaciones que siguen estando ocultas y olvidadas: la madre tierra, las víctimas de abusos, los más afectados por la crisis social, política y económica”, advirtieron.

La verdad nos hará libres
La Confar escuchó también la presentación del libro “La verdad nos hará libres”, la Iglesia católica en la espiral de violencia en la Argentina (1966-1983), y planteó: “Nos acercamos a esta realidad tan dolorosa de nuestra historia, y nos dejamos interpelar y conmover por la experiencia y los testimonios que nos compartieron los investigadores. El compromiso de la vida consagrada en ese período nos anima a la osadía y nos da coraje para arriesgarnos en la búsqueda de transformación de la realidad en la hora actual de nuestro país. La fase continental del sínodo, presentada por uno de los participantes, nos impulsó a ampliar la mirada y nos animó a abrir canales de diálogo incluyendo todas las voces y todos los temas, ensanchando nuestra mente y nuestro corazón”. 

“Tomamos conciencia del paradigma de la red como nuevo sujeto eclesial, y fuimos invitados a conocer y a sumarnos desde nuestras presencias a la Red Eclesial del Gran Chaco y del Acuífero Guaraní (Regchag), formada en torno a la riqueza y a la vulnerabilidad de esta región”, indicaron.

Tras manifestar que en estos días de encuentro y reflexión se sintieron acompañados por la presencia de los obispos Juan Chaparro CMF (Merlo-Moreno) y Héctor Luis M.SS.CC (Gualeguaychú), dos de los referentes de la Conferencia Episcopal para la Vida Consagrada, que “con su modo de estar y con su apertura a la escucha hacen posible el camino sinodal que deseamos”.

“También valoramos, como signo de comunión con el Papa Francisco, la presencia del nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk. Los momentos de oración comunitaria en pequeños grupos y las celebraciones cargadas de signos sirvieron como hilo conductor de los distintos momentos que transitamos y nos ayudaron a avivar nuestro seguimiento de Jesús. La alegría, la creatividad y la predisposición a participar y compartir marcaron el clima de sororidad y fraternidad de estos días”.

“Con la osadía que nos da calzarnos las sandalias de las mujeres del alba, que con fe se acercan al sepulcro; sintiéndonos renovados y enviados, queremos seguir caminando hasta el lugar de las heridas, donde el Resucitado nos sale al encuentro y hace despuntar la esperanza”, concluyeron quienes integran la Confar.

Más información en www.confar.org.ar.+