La Iglesia de San Juan cuenta con dos nuevos diáconos permanentes

  • 9 de mayo, 2023
  • San Juan (AICA)
Daniel Tantén y Oscar Ceballos recibieron el primer grado del Sacramento del Orden en la celebración que presidió el obispo auxiliar, monseñor Mario Robles, en la catedral local.

La comunidad arquidiocesana acompañó la celebración de la ordenación de Daniel Tantén y Oscar Ceballos como nuevos diáconos permanentes, que fue presidida el viernes 5 de mayo en la catedral local por el obispo auxiliar, monseñor Mario Héctor Robles. Los nuevos diáconos pertenecen a las comunidades San Francisco de Asís y Santa Bárbara de Pocito

En la homilía, monseñor Robles aseguró a los ordenandos que el don del Espíritu Santo “los fortalecerá para que ayuden al obispo y su prebisterio, anunciando la palabra de Dios, actuando como ministros del altar y atendiendo a las obras de caridad como servidores de todos los hombres”.

Asimismo, recordó que, como diáconos, “repartirán el Cuerpo y la Sangre del Señor a los fieles, a los enfermos y, de acuerdo con el mensaje recibido del obispo, les competirá anunciar la Buena Noticia del Evangelio a los que todavía no la escucharon, catequizarán a los creyentes y les enseñarán las verdades de nuestra amada fe católica, podrán dirigir las celebraciones litúrgicas, administrar el bautismo, bendecir los matrimonios, presidir las exequias, bendecir a nuestro pueblo cada vez que se lo pidan y cuando no se lo pidan”.

Asimismo, pidió a los nuevos diáconos que “tengan paciencia, no se desanimen, Jesús los va a transformar en el camino, los seguirá formando con la fuerza de su resurrección”.

Monseñor Robles recordó que en el Evangelio del capítulo 13 de Juan, “podríamos decir que el Señor instituye con el gesto del lavatorio de los pies, las tareas, la función, la misión del diácono. El lavatorio de los pies es una prueba del amor hasta el extremo. Que ustedes puedan llevar adelante este hacer en el ejercicio de su diaconado”.

Seguidamente, dijo a los ordenandos: “Ustedes serán a partir de ahora referentes líderes en la comunidad, pero líderes humildes dispuestos al servicio, sin descuidar sus obligaciones como hombres de familia, sin descuidar el tiempo con su familia”.

Finalmente, expresó: “Les deseo que continúen ahora en su ministerio diaconal siendo lo ejemplares que intentaron ser hasta hoy, y que siga en ustedes la ejemplaridad para gloria de Dios. Los diáconos son los custodios del servicio en la Iglesia, y por consecuencia se puede decir que son los custodios del poder verdadero en la Iglesia, para que nadie vaya más allá del poder del servicio”.+