Un sacerdote panameño fue expulsado de Nicaragua

  • 5 de abril, 2023
  • Ciudad de Panamá (AICA)
El padre Donaciano Alarcón, que se encontraba en el país junto a los padres claretianos, fue desterrado después de la misa del Lunes Santo. Se encuentra en Honduras en buen estado de salud.

En un nuevo ataque a la Iglesia Católica, el régimen de Nicaragua procedió a la expulsión del país del sacerdote panameño Donaciano Alarcón, tras celebrar la Eucaristía por el inicio de la Semana Santa.

Según informó el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, el padre Donaciano se encuentra ahora en Honduras, después de haber estado asignado a Nicaragua para vivir una experiencia con los padres claretianos. El propio arzobispo confirmó que el religioso panameño, tras celebrar la misa del Lunes Santo, fue desterrado sin sufrir daños personales.

"Estas son las cosas que a veces no entendemos de quienes a veces ostentan el poder y yo creo que es, sobre todo, una cuestión de libertad religiosa", dijo el arzobispo Ulloa.

El diario panameño Panorama Católico citó unas declaraciones del padre Alarcón a Radio Hogar de Panamá, en la que confirmó que fue expulsado, pero no de manera violenta, y desmiente que haya encabezado una procesión.

De esta manera, las relaciones del gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia siguen viviendo momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, como en el caso de la condena a más de 26 años del obispo Rolando Álvarez por "traición a la patria", o la prohibición de actividades religiosas, entre ellas las procesiones de Semana Santa, como el viacrucis.

El arzobispo de Panamá se sumó al pedido de solidaridad con el pueblo de Nicaragua, un país sumido en una larga crisis, que incluyó episodios violentos, como los de abril de 2018, que dejaron centenares de muertos en manifestaciones antigubernamentales y provocó la huida de miles de nicaragüenses, mientras que otros centenares fueron expatriados por el Gobierno, en medio de una amplia condena internacional.

“Los hombres de fe creemos en el poder de la oración, y pedimos precisamente para que cese la violencia de los violentos. Nosotros a estos personajes así, también los miramos con los ojos con los que les miraría Dios, y pedimos que tarde o temprano puedan cambiar. Al ser humanos, se nos olvida la dimensión de que estamos aquí de paso y nos creemos eternos, me creo eterno con todo el poder. Pero hay un poder en el Cielo que, tarde o temprano, pone a cada uno en su lugar", expresó el arzobispo de Panamá.+