Misa y Rosario por la Vida en la catedral de Buenos Aires

  • 27 de marzo, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
Llevó por lema "Celebremos la vida que nace" y reunió a numerosos fieles en el templo porteño. Presidió el Pbro. Alejandro Russo, quien subrayó el valor de la vida de principio a fin.

Con el lema “Celebremos la vida que nace”, el sábado 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, se rezó en la catedral de Buenos Aires la Misa y el Rosario por la Vida, por vigésima vez desde que comenzó esta iniciativa anual en 2004.

La misa y el rezo del rosario fue encabezado por el rector de la catedral, presbítero Alejandro Russo, quien manifestó que la vida es un derecho primario de todo ser humano, que comienza en el seno materno pero se extiende hasta el último momento de su existencia.

En su homilía, señaló que el respeto a la vida humana tiene sus raíces en el derecho natural y adquiere una dimensión sagrada por el hecho de que el Verbo de Dios se hizo hombre y toca toda la dimensión temporal. Ello incluye todos los aspectos de la vida, desde el niño por nacer hasta la muerte natural. No se trata solamente de discutir el aborto, aislándolo del contexto, sino de buscar en todo el Reino de Dios, no reduciéndolo al templo, sino a su instalación en el orden temporal, siguiendo la doctrina social de la Iglesia.

Animó también a no caer en "la ilusión política, a no poner la confianza en promesas de un progresismo en el cual no hay grietas para servir al dinero internacional, sino, antes bien, fundarse en la fe y en el derecho natural".  

Terminada la misa, se expuso el Santísimo Sacramento sobre el altar y el padre Russo encabezó el rezo de los misterios del rosario, coreados por los asistentes, que llenaban los bancos del templo. Todos entonaron cánticos religiosos, como “Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar”, antes de recibir la bendición final.

Al comenzar el oficio religioso había entonado el Avemaría la soprano Haydée Dabusti, de prestigiosa trayectoria internacional.

Estaban presentes las organizadoras Olga Muñoz de Tevere, Stella Maris Vivares de Bovera, Mirta Ponce, Inés Hary y Gisel Riverti, quienes retomaron en 2004 la celebración del Día del Niño por Nacer, que solamente se había festejado una vez, en la presentación oficial, en 1999.

Estas mujeres comenzaron a reunirse en  2003, convocando a reuniones en el Palacio Bencich a distintas asociaciones, preocupadas ante el avance de unas propuestas legislativas que buscaban legalizar el aborto. Y decidieron rezar el Rosario frente al Ministerio de Educación, por la preocupación de los padres ante los cambios en la enseñanza escolar, que imponía a sus hijos  una cultura relativista hacia el don de la vida, con ausencia total de los valores y costumbres de sus progenitores.

El primer Rosario por la Vida se rezó en 2004 frente al Ministerio de Educación, en la plaza Pizzurno, en el día del Niño por Nacer, que había sido establecido en el país por decreto oficial 1406 del 7 diciembre de 1998, en la fiesta en que los cristianos celebran la Anunciación del Señor. 

El entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, siguió con atención esta actividad, y aconsejó comenzar a realizar este encuentro en una parroquia. A partir del 2006 se celebró en Nuestra Señora del Pilar, en Recoleta. Finalmente el arzobispo trasladó a la catedral metropolitana tanto la misa como el rezo del Rosario, hasta su partida en 2013 al cónclave en que fue elegido Papa.

El rezo del Rosario siguió realizándose cada año en la catedral primada de la Argentina, a la vez que se fue replicando en varias provincias. Así se rezó ahora en las catedrales de Salta, San Salvador de Jujuy, Rosario, Neuquén, así como en la Antártida y en seminarios de distintas ciudades. El Arzobispado de Paraná informó que el sábado 25 en más de 30 puntos de Entre Ríos la comunidad católica iba a rezar un “Rosario por la Vida”, especificando los lugares y horarios. Y explicó: “Se trata de una iniciativa de laicos que comenzó en algunas parroquias y se fue extendiendo por varias localidades de las tres diócesis que conforman la provincia”.

La iniciativa ya se ha extendido a otros países (como España, Italia, Taiwán, Filipinas y Uruguay), con la intención de poner bajo la protección de la Santísima Virgen toda vida humana.+ (Jorge Rouillon)