El Papa afirmó que el primer medio de evangelización es el testimonio

  • 22 de marzo, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco continuó su catequesis sobre "la pasión de evangelizar": "El testimonio no puede prescindir de la coherencia entre lo que se cree y lo que se anuncia".

El papa Francisco continuó este miércoles su catequesis, en la audiencia general, sobre la “pasión de evangelizar”, y tituló así su meditación del día: "La primera vía de evangelización: el testimonio”.

El pontífice instó a los presentes, reunidos en la Plaza de San Pedro, a releer la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi de San Pablo VI, al tiempo que señaló que "la evangelización es más que una simple transmisión doctrinal y moral, sino que es, ante todo, el testimonio del encuentro personal con Jesucristo, Verbo encarnado, por el que se realiza la salvación". 

El testimonio de Cristo, prosiguió el Papa, "es al mismo tiempo el primer medio de la evangelización, y una condición esencial de su eficacia, para que el anuncio del Evangelio sea fecundo".

El Santo Padre continuó expresando la importancia de recordar que "el testimonio incluye también la fe profesada, es decir, la adhesión convencida y manifiesta a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que nos creó y nos redimió por amor". En relación con el testimonio de vida, prosiguió diciendo que "no se puede separar de la coherencia entre lo que se cree, lo que se proclama y lo que se vive". Al respecto, advirtió que muchos cristianos viven su vida diciendo que creen, pero viven de otra manera, como si no creyeran. "Eso es hipocresía", dijo el Papa.

"El testimonio de una vida cristiana implica un camino de santidad, basado en el Bautismo, que nos hace 'participantes de la naturaleza divina; de este modo, nos santificamos realmente'". Esta santidad es una santidad que no está reservada a unos pocos, sino que es un don de Dios, y exige ser acogida y fructificada en nosotros y para los demás, alimentada por la oración, dijo el Papa.

El Santo Padre explicó, entonces, que debemos ser conscientes de que las personas a las que se dirige la evangelización no son solo las demás, "los que profesan otras religiones o las que no profesan ninguna, sino también nosotros mismos, creyentes en Cristo y miembros activos del Pueblo de Dios".

"Para dar este testimonio, la Iglesia como tal debe comenzar también por evangelizarse a sí misma"; debe hacerlo para no convertirse en "una pieza de museo", agregó. “Esto significa -explicó- que ella tiene una necesidad constante de ser evangelizada, si quiere conservar la frescura, el vigor y la fuerza para anunciar el Evangelio”.

Al finalizar su catequesis, el Papa Francisco subrayó que "una Iglesia que se evangeliza a sí misma para evangelizar es una Iglesia que, guiada por el Espíritu Santo, está obligada a recorrer un camino exigente de continua conversión y renovación" y que esto implica también la capacidad de cambiar las formas de entender y vivir su presencia evangelizadora en la historia, evitando refugiarse en las zonas protegidas de la lógica del 'siempre se hizo así'". 

“Es una Iglesia que se encuentra dialógicamente con el mundo contemporáneo, que teje relaciones fraternas, que genera espacios de encuentro, aplicando buenas prácticas de hospitalidad, acogida, reconocimiento e integración del otro y de la alteridad en general, y que cuida de la 'casa común', que es la creación”, subrayó el Papa.

En este sentido, Francisco, antes de bendecir a todos los presentes en su audiencia, instó una vez más a leer o releer la Evangelii nuntiandi , "en casa y en sus comunidades", asegurando que él mismo la relee a menudo.+