Mons. Domínguez celebró los 10 años del papa Francisco y sus 30 años de sacerdocio

  • 15 de marzo, 2023
  • San Rafael (Mendoza) (AICA)
El obispo de San Rafael destacó las palabras, los gestos y las actitudes del Pontífice durante esta década, que "a fuerza de repetirlas, se convirtieron en señales que marcan el camino de la Iglesia".

El obispo de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez OAR, presidió la misa en la catedral San Rafael Arcángel para conmemorar el décimo aniversario de la elección del Papa Francisco, y para dar gracias por sus 30 años como sacerdote, cuya ordenación también fue un 13 de marzo. Concelebraron junto al obispo casi todos los sacerdotes de la diócesis, y participó un grupo numeroso de fieles.

En la homilía, monseñor Domínguez se refirió a los gestos, actitudes y las palabras que dio el papa Francisco durante esta década y que “a fuerza de repetirlas, se convirtieron en señales que marcan el camino de la Iglesia”, señaló. 

Destacó el gesto de humildad de pedir la bendición al pueblo desde el balcón de la basílica San Pedro, “un gesto de profunda humildad que marca a fuego la toma de conciencia de la responsabilidad laical que nace del Bautismo y de la Confirmación”, dijo; la invitación a una Iglesia sinodal, la convocatoria al Jubileo Extraordinario de la Misericordia, la firma de la encíclica Fratelli tutti sobre la tumba de San Francisco de Asís, “entre otros gestos con muchísimo significado para todos nosotros”.

Luego, el obispo electo de la diócesis de San Rafael, se refirió a sus 30 años de sacerdocio. “Les pido que me ayuden a darle gracias a Dios por haberme sostenido con su fidelidad en mi ministerio Él ha sido fiel. Él es fiel y siempre lo será”, afirmó y agregó: “Dios me ha regalado ser su sacerdote. Es un regalo exagerado del buen Dios. Le pido que siga alentando mi entrega, perdonando mis pecados, sanando mis heridas, renovando mi alegría y mi esperanza para poder servir a su pueblo”.

Seguidamente, el prelado recordó lo que sucedía el 13 de marzo de 2013: “Creo que aún perdura en el recuerdo de cada uno de nosotros la emoción, la alegría y la sorpresa que sentimos cuando, hace 10 años, seguramente ante el televisor, escuchábamos que los cardenales habían elegido como sucesor de Benedicto XVI a Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, convirtiéndose en el argentino más ilustre de la historia universal. Un Papa argentino. Un Papa de nosotros. Un Papa del fin del mundo. No lo podíamos creer!”, expresó.

"A esta emoción, alegría y sorpresa -dijo- enseguida se añadía la expectativa de cómo llevaría adelante el timón de la barca de Pedro. Y en estos 10 años de ministerio petrino nos dio muchas respuestas con palabras, gestos, actitudes que, a fuerza de repetirlas constantemente, se convirtieron en señales que marcan el camino de la lglesia”.

Como otro de los gestos del Papa, el obispo de San Rafael mencionó la exhortación apostólica Evangelii gaudium, “que marca los lineamientos de su pontificado”. Con esa encíclica, dijo, “demostró que la mirada sobre su ministerio, que entraña un poder, lo vive como un servicio al Pueblo de Dios”. “El Papa, preside desde la caridad la iglesia de Roma, no porque manda sino porque asume en la caridad las riquezas y dones de todas las iglesias y las armoniza en la búsqueda del bien de todo el Pueblo de Dios y del crecimiento del cuerpo de Cristo desde la evangelización y la misión. Allí mismo pre anunció una lglesia sinodal cuando hizo la invitación a caminar juntos el pastor y el pueblo”.

Asimismo, agregó: “La misericordia y la ternura son dos conceptos claves en el ministerio de Francisco a tal punto que lo llevó a convocar un Jubileo Extraordinario, en el 2016. Revolucionariamente no lo abrió en el Vaticano, sino en una de las naciones más pobres, la República Centroafricana, golpeada por la guerra y la pobreza”. “Esto selló su magisterio sobre la misericordia”, señaló el prelado.

Luego, monseñor Domínguez valoró también que el Pontífice animó a ser una Iglesia en salida hacia las periferias, el primer viaje fuera del Vaticano a la isla de Lampedusa, en el Mediterráneo, y la alegría central del pensamiento de Francisco a través de Evangelii gaudium; Amoris laetitiae; Guadete et exultate”.

Sin embargo, reconoció que “tal vez, los argentinos tenemos la nostalgia de que aún no haya regresado como Papa a nuestro país. Y es que a veces, seamos sinceros, no lo tratamos bien. Queremos comprometer al Papa con nuestras expectativas y mostramos cierta ansia de ‘acaparar’ al Papa y hacerlo objeto de gloria pueblerina y sacar provecho en beneficio propio. Francisco es argentino pero es de la lglesia”, resaltó Monseñor Domínguez.

“Cada semana, al terminar el Ángelus, se despide pidiendo que no nos olvidemos de rezar por él. Hoy nos comprometemos con nuestro filial afecto y oración a seguir sosteniéndolo en su ministerio de Padre y pastor universal. Y lo encomendamos a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen para que ella lo cuide con su ternura”, continuó.

Finalmente, monseñor Domínguez pidió que recemos por su ministerio al frente de la diócesis de San Rafael.+