Mons. Rossi: 'Con Francisco no se puede ser indiferente'

  • 14 de marzo, 2023
  • Córdoba (AICA)
Los obispos de la Región Centro se congregaron el la catedral de Córdoba para dar gracias por los 10 años del pontificado del papa Francisco. Presidio la Eucaristía el arzobispo de Córdoba.

Desde la catedral de Córdoba, monseñor Ángel Sixto Rossi SJ concelebró junto a los obispos de la Región Centro la Eucaristía en acción de gracias por el décimo aniversario del pontificado del papa Francisco.

“Pensaba que, desde aquella tarde del miércoles 13 de marzo hasta hoy, en algún sentido todavía no hemos salido del shock, no hemos terminado de acomodar el corazón ante lo que un autor llamaba este ‘tsunami del espíritu’ que derrumbó todas las escolleras de la resistencia y de la indiferencia”, reflexionó el arzobispo de Córdoba en su homilía.

“En una Iglesia debilitada y desacreditada por sus escándalos, en un mundo hundido de una profunda crisis de valores, en una sociedad desencantada y, en muchos aspectos, en ruinas inesperadamente y contra todo pronóstico irrumpe el papa Francisco”, sostuvo, y añadió: “Un hombre capaz de devolver la esperanza y abrir nuevos horizontes”.

En ese sentido, se refirió a Francisco como “un pastor que nos invita con sus palabras y gestos a abandonar las retaguardias aburguesadas y cómodas para ir a las periferias del mundo, a volver al anuncio y sobre todo al testimonio elemental básico de una Iglesia pobre para los pobres”.

El tema central de su mensaje, sostuvo monseñor Rossi, es volver al Evangelio “a rajatablas”. El otro tema que se deriva de este es la dignidad de la persona más allá de la circunstancia: “No hay superioridad justa de un hombre sobre otro excepto el referido al servicio”. 

También remarcó que el Papa “da voz a los más descartados y abandonados, busca tender puentes con quienes parecen estar fuera de la Iglesia, y a sus palabras suma gestos”.

El camino que nos propone el Papa, indicó, “no lo podemos hacer solos, nos ha urgido a la sinodalidad, a caminar juntos en la misma dirección, lo cual implica encontrarse, escuchar y discernir juntos por donde caminar”. 

“Necesitamos ser una Iglesia misericordiosa que ofrece siempre la posibilidad de cambiar, convertirse, encontrarse y encontrar el camino, una Iglesia de puertas abiertas y no aduaneros de la gracia”, reitera, tomando palabras del pontífice argentino.

Haciendo referencia a que ningún profeta es bien recibido en su tierra, destacó que el papa Francisco “no tiene pelos en la lengua” y que al cuestionar la mentalidad individualista reinante “con Francsco no se puede ser indiferente: o lo querés y lo seguís o intentás despeñarlo como le sucedió a Jesucristo”. 

“Los invito a que junto con Francisco nos animemos a soñar. Él es un soñador despierto que sueña un nuevo humanismo para el que hace falta memoria valor y una sana utopía”, concluyó.+