Fiesta de la beata Mama Antula: 'Ser como ella mensajeros del Evangelio de Jesús'

  • 9 de marzo, 2023
  • Villa Silípica (Santiago del Estero) (AICA)
Durante la celebración en Villa Silípica, monseñor Martínez Ossola animó a vivir siempre en el amor, la entrega y el servicio como vivió María Antonia de Paz y Figueroa.

El santuario de Villa Silípica celebró, el martes 7 de marzo, la misa en honor a María Antonia de Paz y Figueroa, la beata Mama Antula en el día de su fiesta litúrgica.

Encabezaron la ceremonia el obispo de la diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic Iglic CM; el obispo auxiliar, monseñor Enrique Martínez Ossola; el sacerdote Mario Tenti y miembros del presbiterio.

Monseñor Martínez Ossola en su homilía reflexionó sobre el camino de servicio a Dios y el regalo de la figura de la beata Mama Antula: “Dios nos regala esta figura de la beata Mama Antula. Antonia era su nombre, pero la conocemos como Antula”.

“Jesús nos habla de servicio y nos enseña cómo tiene que ser el servicio: no mandarnos la parte, no buscar el primer lugar, no llenarnos de orgullo malo”, explicó el obispo, e indicó que “hay un orgullo sano: la alegría de servir a Dios, porque el bien nos hace sentir felices”.

Destacó que Mama Antula fue una fiel servidora, que provocó mucho bien con los ejercicios espirituales. “Ahora nosotros la veneramos, pero hubo un momento en un lugar donde la recibieron a pedradas y creyéndola loca la querían correr de la ciudad”, recordó.

“Sin embargo ella permaneció un año esperando tener una audiencia con el obispo hasta que al final se concretó. Cuando vieron el fruto de los primeros ejercicios espirituales que predicó la adoptaron para siempre”, sostuvo. 

También destacó cómo “recorrió a pie desde aquí desde Silipica, Córdoba, Catamarca, Salta, Tucumán, Santa Fe, Buenos Aires”. “De aquí a Buenos Aires son 1.100 kilómetros y los hizo con los pies descalzos”, enfatizó.

“Qué bueno es Dios que nos regala a nosotros, acá en Santiago del Estero, esta figura para que aprendamos y recorramos también detrás de su huella”, expresó el prelado y señaló que “estamos llamados por el bautismo a ser hijos de Dios y todos tenemos que ser servidores”.

“Es lo que hacen ustedes, padres y madres, cuando educan a sus hijos en la fe: les enseñan a rezar, a agarrar el catecismo, cuando les enseñan lo bueno y lo malo. Cumplen el mismo papel que tuvo Mama Antula con los ejercicios espirituales”.

Luego mencionó que, aunque vivimos tiempos difíciles, “Mama Antula también vivió tiempos difíciles. Una mujer sola recorriendo los caminos no era bien vista en aquella época. Y ella salió a los caminos, recorrió distancias para acercar a la gente a Dios, ese fue su camino”.

Insistió, además, en que Dios nos invita a vivir siempre en el amor, la entrega y el servicio como vivió Mama Antula, “nos deja a nosotros como herencia, como tarea a realizar, como desafío”. Por eso, animó a anunciar el Evangelio con gozo y alegría como ella lo hizo: “Ser como ella, mensajeros del Evangelio de Jesús”.

Por último, destacó que "está pronto a ser santa", tal como lo anunció el papa Francisco en un mensaje a la comunidad de Silípica.+