El Papa afirmó en su catequesis: 'Todo bautizado participa en la misión de la Iglesia'

  • 8 de marzo, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Santo Padre prosiguió hoy su ciclo de catequesis sobre la evangelización, esta vez centrándose en el Concilio Vaticano II, que la volvió a promover como un servicio propio de la Iglesia.

El papa Francisco, que tras una pausa invernal vuelve a encontrarse con los peregrinos en la plaza de San Pedro y ya no en el Aula Pablo VI, recordó hoy, -continuando con su ciclo de catequesis sobre la evangelización- que el primer "concilio" de la historia de la Iglesia fue convocado en Jerusalén, "para una cuestión relacionada con la evangelización, es decir, el anuncio de la Buena Nueva a los no judíos".

En el siglo XX, el Concilio Ecuménico Vaticano II presentó a la Iglesia “como Pueblo de Dios peregrino en el tiempo y, por naturaleza, misionero”. Y, entre el primero y el último Concilio, hay “un puente cuyo arquitecto es el Espíritu Santo”, señaló el pontífice durante la audiencia general.

El Concilio Vaticano II insiste en que " evangelizar es siempre un servicio eclesial, nunca solitario, nunca aislado o individualista", tampoco cayendo nunca en el proselitismo. En efecto, "el evangelizador transmite siempre lo que él mismo ha recibido", porque "el dinamismo eclesial de transmitir el mensaje" es un compromiso y "garantiza la autenticidad del anuncio cristiano". 

También podemos afirmar que la dimensión eclesial de la evangelización es “un criterio para verificar el celo apostólico”. Y el Papa advirtió contra la "tentación" de actuar solo o "seguir caminos pseudoeclesiales más fáciles, adoptar la lógica mundana de números y encuestas, confiar en la fuerza de nuestras ideas" y de las conexiones influyentes. Lo principal, en cambio, es estar animados por el Espíritu Santo.

El Papa mencionó que el decreto Ad gentes del Concilio Vaticano II es el “documento sobre la actividad misionera de la Iglesia”. El texto conciliar subraya que "el amor de Dios Padre" es fuente y "tiene por destino a todo ser humano", actuando "tanto entre los bautizados como entre los no bautizados". “El amor de Dios no es sólo para un pequeño grupo”, insistió el Papa.

Es deber de la Iglesia “proseguir la misión de Cristo”, continuó el Santo Padre. El decreto nos invita, por tanto, a seguir fielmente "el mismo camino que el mismo Cristo siguió", bajo la guía del Espíritu Santo: "el camino de la pobreza, la obediencia, el servicio y la inmolación hasta la muerte, de la que salió victorioso por su resurrección". 

Así se comprende mejor el sentido eclesial del celo apostólico -que no es "entusiasmo" sino "gracia de Dios" - de cada discípulo-misionero, explicó el sucesor de Pedro, "porque en el Pueblo de Dios, peregrino y evangelista, no hay sujetos activos o sujetos pasivos". En virtud “del Bautismo recibido y de la incorporación a la Iglesia, todo bautizado participa de la misión de la Iglesia y, en ella, de la misión de Cristo Rey, Sacerdote y Profeta”, subrayó.

"Esta certeza, dijo el Papa, no es una invitación a “osificarse o fosilizarse”, sino al contrario a buscar creativamente “nuevos caminos al servicio del Evangelio y de la humanidad”. Porque“La evangelización es un servicio”, reiteró.

"Volver al amor original del Padre y a las misiones del Hijo y del Espíritu Santo", declaró finalmente Francisco, nos empuja a "reconocer la gratuidad del don de la plenitud de la vida a la que estamos llamados". Y concluyó rezando para que todos puedan dar gracias por el tesoro de fe recibido y transmitirlo a los demás.+