La Iglesia coreana pidió perdón por las atrocidades en la guerra de Vietnam

El gesto de monseñor Peter Lee Ki-Heon, presidente de la Comisión de Reconciliación, durante una visita a la diócesis vietnamita de Lang Son-Cao Bang.

Un obispo coreano,de visita en una diócesis del norte de Vietnam, pidió perdón por las atrocidades cometidas por los militares de su país durante el conflicto de los años sesenta y setenta. 

Monseñor Peter Lee Ki-Heon, obispo de Uijeongbu y antiguo ordinario militar en Corea del Sur de 1999 a 2010, realizó ese gesto durante una visita a la iglesia de Lang Son-Cao Bang junto con doce sacerdotes de su diócesis, informó la agencia AsiaNews.

La delegación fue recibida en estos días por el prelado local, monseñor Joseph Chau Ngoc Tri, junto con numerosos sacerdotes y catequistas. La reunión fue organizada por el sacerdote vietnamita Joseph Nguyen Van Doan, que se ocupa de la pastoral de los inmigrantes vietnamitas en la diócesis de Uijeongbu.

El obispo Lee -que nació en Pyongyang y tiene 75 años- es el presidente de la Comisión Especial para la Reconciliación de la Conferencia Episcopal Coreana, y explicó que hablaba en nombre de toda la Iglesia de Corea del Sur. También contó cómo un antiguo compañero suyo, que había luchado contra las milicias comunistas en Vietnam, una vez de vuelta en casa, abandonó su vocación a la vida religiosa porque se sentía culpable de las atrocidades que se habían cometido. El obispo Lee afirmó que tanto Corea del Sur como Vietnam son tierras de mártires.

Entre 1964 y 1973, unos 350.000 soldados surcoreanos lucharon junto a las tropas estadounidenses en Vietnam. Y precisamente en los últimos días -el 7 de febrero- un tribunal de Seúl dictó un veredicto histórico, que reconoce la responsabilidad del gobierno coreano en una masacre cometida por sus soldados durante esa guerra.

El incidente en cuestión se refiere a la matanza de 70 civiles, realizada el 12 de febrero de 1968 en el pueblo vietnamita de Phong Nhi, provincia de Quang Nam. Los jueces dictaminaron que Nguyen Thi Thanh, una mujer que resultó herida en la redada cuando aún era una niña, tenía derecho a una indemnización de 30 millones de wones (unos 22.000 euros), con intereses. Thanh, que ahora tiene 62 años y también perdió a su madre en la masacre, había presentado una demanda contra el gobierno surcoreano en 2020.

La Fiscalía del Estado había argumentado en el juicio que no era posible demostrar que los autores de la masacre fueran miembros de las tropas coreanas. Sin embargo, el tribunal escuchó a testigos y periodistas vietnamitas, y rechazó ese argumento en su veredicto.+