El Papa, a los obispos del Congo: "Sean profetas de reconciliación y paz"
- 3 de febrero, 2023
- Kinshasa (República Democrática del Congo) (AICA)
El Santo Padre se reunió con los obispos de la RDC y los instó a recordar que Dios está cerca de ellos en su ministerio de ser profetas para los habitantes del país.
En el cuarto y último día de su viaje apostólico a la República Democrática del Congo (RDC), el papa Francisco se reunió con los obispos del país en la sede de la Conferencia Episcopal (CENCO).
En su discurso, el Papa se disculpó por hacer que los obispos se prepararan dos veces para su visita, ya que originalmente estaba programada para julio de 2022.
También les habló de su misión de construir la fe del pueblo congoleño y de proteger “la belleza de la Creación” en la inmensidad del bosque verde de la RDC.
La Iglesia local, añadió, también sufre con su pueblo en sus pruebas, además de alegrarse en sus alegrías.
“Veo a Jesús sufriendo en la historia de este pueblo, crucificado y oprimido, devastado por la violencia despiadada, desfigurado por el sufrimiento de los inocentes, obligado a vivir con las aguas corrompidas de la corrupción y la injusticia que contaminan la sociedad, y a sufrir la pobreza en tantos de sus niños."
Cercanía a Dios en la oración
Luego, el Santo Padre pasó a hablarles a los obispos sobre la “cercanía de Dios y la profecía para el pueblo”. Los exhortó a encontrar consuelo en la cercanía de Dios, para ayudar a los demás a “acercarse al Buen Pastor”.
Francisco denunció todas las trampas de poder y autoprogreso entre los obispos, diciendo que tales actitudes los llevan a descuidar su relación con Cristo en la oración.
“Cuando apreciamos nuestra cercanía a Dios -dijo- nos sentimos atraídos hacia nuestra gente, y siempre sentiremos compasión por aquellos que están a nuestro cuidado”.
El ministerio pastoral de los obispos debe “tocar las heridas y comunicar la cercanía de Dios”, para que el pueblo congoleño sea levantado de su “humillación y opresión”, agregó el pontífice.
Profetas para erradicar la injusticia
El Papa abordó entonces el tema del don de profecía, que los obispos deben abrazar para que la Palabra despierte en ellos una “inquietud desenfrenada” por llevar a los demás a Dios.
“¡La Palabra de Dios es un fuego que arde por dentro y nos impulsa a salir! Esto, pues, somos nosotros como obispos: ¡hombres inflamados por la Palabra de Dios, enviados con celo apostólico al pueblo de Dios!”, exclamó Francisco, y añadió: “Dios llama a sus profetas para ayudar a construir un nuevo capítulo de la historia en medio de un mundo lleno de perversidad e injusticia”.
“Los venenos del odio, el resentimiento y la violencia deben ser desarraigados de la sociedad, junto con la corrupción y la explotación”, enumeró.
Sin embargo, expresó, la profecía cristiana no debe confundirse con el activismo político, ya que los obispos están llamados a “anunciar la palabra, despertar las conciencias, denunciar el mal y animar a los que tienen el corazón roto y sin esperanza”.
Invitó a los obispos a permanecer cerca de sus sacerdotes y agentes pastorales, ya dar un buen ejemplo de perdón y sencillez evangélica.
“Los exhorto a no descuidar el diálogo con Dios ni dejar que la llama de la profecía se apague por una relación ambigua con los poderes fácticos, o por una vida complaciente y rutinaria”.
Por último, el Papa instó a los obispos congoleños a mirar el ejemplo del difunto arzobispo Christophe Munzihirwa. El arzobispo jesuita fue “un pastor valiente y una voz profética”, y fue asesinado en una plaza de la ciudad en 1996 por defender a su pueblo.
“Sean testigos -dijo finalmente- de misericordia y reconciliación en medio de la violencia desatada no sólo por la explotación de los recursos y por los conflictos étnicos y tribales, sino también y sobre todo por el poder oscuro del maligno, enemigo de Dios y humanidad."+