Cuba: La Iglesia celebró el 25 aniversario de la histórica visita de Juan Pablo II

  • 27 de enero, 2023
  • La Habana (Cuba) (AICA)
"Una visita muy deseada y preparada con pasión y esmero", calificó el cardenal Beniamino Stella, enviado papal para las celebraciones por el aniversario de aquel primer viaje de un pontífice a la isla

El cardenal Beniamino Stella, enviado por el papa Francisco para presidir las celebraciones del 25° aniversario del viaje de san Juan Pablo a Cuba (21 al 25 de enero de 1998), celebró una misa en la catedral de La Habana en la que definió lo que fue también la primera visita de un Papa a la Isla, “como un momento de gracia y bendición para los cubanos”, quienes pudieron hacer pública su profesión de fe en las calles, plazas y hogares” y agradeció a los católicos cubanos “dar un testimonio valiente y generoso de Cristo en sus vidas cotidianas”.

Luego de que el arzobispo de San Cristóbal de La Habana, cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, le diera la bienvenida al enviado papal, presentándole al “débil y pequeño rebaño de la comunidad de Cristo en La Habana”, el cardenal Stella, quien fuera nuncio apostólico en Cuba durante los años 1992 a 1999 y por lo tanto sirvió de puente entre Cuba y la Santa Sede al tiempo de la visita papal, entregó como obsequio a la Iglesia en Cuba, una reliquia de primer grado de San Juan Pablo II. Se trata de una gota de su sangre que, como muestra de la pasión cristiana del hoy santo de la Iglesia, acompañará el camino de los fieles habaneros “para darles serenidad, fuerza y esperanzas”, dijo el purpurado italiano.

Antes del inicio de la misa, celebrada el miércoles 25 de enero, el cardenal Stella y el arzobispo habanero se dirigieron hacia la capilla del Santísimo, donde también descansan los restos del cardenal Jaime Ortega Alamino, de quien aseguró: “puso alma y corazón para que la visita de San Juan Pablo II fuese una realidad”.

Coincidiendo con el Evangelio que pronunciara 25 años atrás el papa polaco, el cardenal Stella insistió en que la mirada fundamental de nuestra Iglesia es hacia el Señor, de no ser así se perdería su espíritu misionero. Insistió en la fuerza de la oración personal, de donde emerge el impulso principal y el verdadero descanso, al tiempo que llamó a creer, firmemente, que el espíritu del Señor está sobre nosotros, sobre Cuba, y que la experiencia de Dios que nos enseña Jesucristo se abre a todos. En ese sentido, evocó la frase de San Juan Pablo II cuando llamó a los cubanos “a no tener miedo de abrir los corazones a Cristo”.

La celebración fue muy emotiva, para los cubanos que colmaron el templo, las voces de los presentes formaron un gran coro para entonar los mismos cantos con los que 25 años atrás se acogía al entonces Papa de la Iglesia en su visita Cuba.

En la catedral de Pinar del Río
El cardenal Stella presidió también ayer, 26 de enero, otra Eucaristía en la catedral de San Rosendo, de la diócesis de Pinar del Río en recuerdo de aquella histórica visita.

Concelebraron con el enviado papal el nuncio apostólico en Cuba, monseñor Giampiero Gloder, el obispo de Pinar del Río, monseñor Juan de Dios Hernández, el secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, padre Ariel Suárez y gran parte del clero diocesano.

Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue al dar lectura al mensaje que el papa San Juan Pablo II le dirigiera a monseñor José Siro González Bacallao, obispo de Pinar del Río en aquel período y a los fieles de la diócesis al sobrevolar su cielo en la tarde del 21 de enero de 1998, cumpliendo con un deseo de los pinareños.

Monseñor Siro ante el dolor de los pinareños porque el papa Juan Pablo II no visitaría ni pasaría por esta tierra durante su estadía en Cuba, tuvo la feliz iniciativa de solicitar a la Santa Sede que el avión papal sobrevolara la diócesis al llegar a la Isla. Gracias a las firmas recogidas y la gestión celosa de monseñor Stella, entonces nuncio en la Isla, el 21 de enero, Juan Pablo II bendijo desde el cielo mientras los pinareños lo saludaban con espejos desde las azoteas y las calles de la ciudad.

Por otra parte, en la homilía el cardenal Stella expresó su cercanía a las víctimas del huracán y elevó una súplica por quienes aún no logran recuperarse de ese impacto; mientras animó a quienes se entregan en solidaridad a ayudar a los damnificados para que no decaigan.

El enviado papal abortó en su homilía tres aspectos fundamentales de la misión de la Iglesia: “El anuncio. Jesús envió a los discípulos a anunciar el Evangelio al mundo entero. La Iglesia nació así, misionera. Por eso el Papa decidió salir al encuentro de todos los pueblos”.

“Santificación: La Iglesia no comunica solo el anuncio sino su propia vida, y eso lo hace a través de los sacramentos. Por eso es necesario cuidar las celebraciones”.

“La caridad: La vida de un Dios que es amor; no es otra cosa que amar. Testimoniar es amar y servir. Ahí llega a plenitud el anuncio y la santificación de los sacramentos. Es también misión de la Iglesia la caridad y con ella la promoción humana de su dignidad.

“Querida Iglesia de Dios en Pinar del Río, concluyó el cardenal Stella, recorran también en esta hora llena de desafíos y pruebas, el camino del anuncio en la caridad y el servicio a sus hermanos”.+