Pesar de la arquidiócesis de Paraná por la muerte del Pbro. Orlando Mattiassi
- 17 de enero, 2023
- Paraná (Entre Ríos) (AICA)
El deceso se produjo este lunes y este martes por la mañana se celebró la misa exequial en la parroquia Inmaculado Corazón de María (Bajada Grande), a cuya comunidad acompañó desde 1976 hasta 2021.
La arquidiócesis de Paraná expresó sus condolencias por el fallecimiento del presbítero Orlando Antonio Mattiassi, cuyo deceso se produjo el lunes 16 de enero y fue velado en la parroquia Inmaculado Corazón de María (Bajada Grande), comunidad de la que fue párroco durante muchos años. Este martes a la mañana se celebró la misa exequial y luego partió el cortejo al cementerio del seminario para su inhumación.
Desde la arquidiócesis recordaron cuando el sacerdote pastoreó a la comunidad parroquial Inmaculado Corazón de María, siendo un referente de la Renovación Carismática y también realizando varias obras.
“El 3 de abril de 1976, el presbítero Orlando Antonio Mattiassi de 43 años, llegó al lugar donde Dios le encomendaba que ‘allanara los caminos del Señor’. ‘Vino a despertar y sacudir espiritualmente a este pueblo para que arda en el fuego de la fe’”, indica textualmente el libro de la historia de la parroquia de Bajada Grande.
El sacerdote, se destaca en la obra, “marcó un antes y un después en la vida de los bajadenses como él llamó siempre a su comunidad. ‘Sean águilas, no palomas’, era uno de los tantos dichos que hasta hoy repiten quienes forman parte de la comunidad”.
Por otra parte, indicaron que Mattiassi fue siempre agradecido con el ex arzobispo de Paraná, monseñor Adolfo Servando Tortolo, a quien tuvo presente siempre en sus homilías. También, la gente del barrio lo recuerda recorriendo las calles en bicicleta para invitar a la misa a sus nuevos feligreses.
Su vida y su obra
El presbítero Orlando Antonio Mattiassi nació el 30 de octubre de 1932 en Federación (Entre Ríos), era el menor de 14 hermanos. Con apenas 11 años de edad partió junto a los sacerdotes salesianos a la República Oriental del Uruguay y el 22 de septiembre de 1962 fue ordenado sacerdote.
“Mattiassi convirtió a esta pequeña feligresía en una comunidad llena de vida, de proyectos, cada uno de los miembros está convencido y así lo siguen afirmando, que Bajada Grande fue y seguirá siendo un puerto de exportación espiritual”, aseguraron desde la parroquia.
Desde su llegada, señalaron, transformó la fiesta patronal en algo único y diferente, inició la visita de las ermitas a los hogares en preparación de la fiesta y comenzaron las tradicionales procesiones náuticas que continúan hasta ahora.
“Esta parroquia con una rica historia y mucho amor hacia el Inmaculado Corazón de María, tuvo desde entonces dos fiestas importantes durante el año: la fiesta litúrgica en junio y la procesión náutica en septiembre. Con la aprobación de monseñor Tortolo, el presbítero Mattiassi le puso a la Virgen un corazón de oro. Cada miembro de la comunidad colaboró con lo que podía o quería para que María tuviera su corazón de Oro”, agregaron.
La vasta obra del sacerdote es una combinación de lo material y lo espiritual entre las que se cuentan el edificio de la iglesia, su ornamentación y equipamiento.
También llevó adelante la evangelización sistematizada, retiros, peregrinaciones, jornadas y encuentros, viajes en acción misionera, manifestaciones públicas de fe, catequesis, organización de grupos de la comunidad cristiana del Inmaculado Corazón de María para funciones específicas, piedad, festejos comunitarios, predicación y enseñanza.
En octubre de 1988, se adquirió un terreno en el que se construyó un edificio para que funcione la emisora de radio FM Corazón y un año después, junto a la Radio se construyó un salón de usos múltiples para la comunidad. En tanto que la casa parroquial fue inaugurada el 30 de abril de 2002.
El 17 de septiembre de 2006 se inauguró el Prado de la Cruz, al pie de la barranca, rodeado de verde, que es un espacio de recogimiento familiar. En ese lugar se representa el Vía Crucis como marco de la imponente cruz que da el nombre a este prado.
En 2010, el padre Mattiassi pasó a ser sacerdote residente y fue nombrado párroco. Por iniciativa de numerosos vecinos de Bajada Grande, la Cámara de Diputados le rindió un homenaje por su labor al frente la parroquia en agosto de 2011.
Continuó viviendo en la parroquia hasta que fue llevado a la Residencia sacerdotal poque su salud se venía deteriorando y necesitaba cuidados médicos especiales. Desde 1976 hasta 2021 vivió en la parroquia, bautizó, casó y despidió a muchos de los bajadenses, conocía a cada uno, y todos lo conocían.+