Misiones Gaudium Mariae: el espíritu joven trasciende la adolescencia

  • 24 de enero, 2023
  • Arroyito (Córdoba) (AICA)
El espíritu misionero es siempre un espíritu joven y enamorado de Jesús, capaz de salir de su zona de confort para ir al encuentro del otro. Las misiones Gaudium Mariae son un ejemplo de esto.

Muchos creen que a determinada edad no se misiona más. Surge así una especie de “jubilación” que nadie decretó, pero que está ahí…implícita, incomodando edades. Por ahí tenga que ver con las parejas que se casaban mucho antes de los 30 o que la etapa profesional nos vuelve a veces esclavos de nuestras obligaciones.

La cuestión es que hoy, la realidad es diferente. El bache generacional que surge post estudios (o en plena primera instancia laboral) es tan grande, que aquellos que todavía tienen muchas ganas de llevar el Evangelio a las periferias armaron una misión que se acopla a las misiones universitarias: la misión de profesionales.

“Lo que está sucediendo con los jóvenes misioneros mayores de 25 años es fuerte y está marcando una impronta propia tanto en Schoenstatt como en la Iglesia”, señala Juan Francisco Miguel, misionero del grupo Gaudium Mariae, que este año llevó a cabo su misión número 20, en la ciudad de Arroyito (Córdoba), en la que reunió a jóvenes profesionales de distintas provincias: Córdoba, San Luis, Mendoza, Buenos Aires y Entre Ríos.

Varones y mujeres de las más diversas profesiones (psicólogos, médicos, abogados, comunicadores sociales, maestros, ingenieros, arquitectos, diseñadores) se reunieron en torno a un santuario improvisado dentro de una escuela y dispusieron su corazón para salir al encuentro de un pueblo que los esperaba para compartir la fe.

“Hubo gente que no podía creer que todavía siguiéramos invirtiendo nuestro tiempo de esta manera, sacrificando la mesa familiar y las fiestas con amigos que suelen desatarse entre el 31 de diciembre y el 1º de enero por compartir un mate o una gaseosa en sus casas”, relata el joven.

“El envío apostólico nos impulsa a encender nuevamente la llama misionera y nos invita a comprometernos desde otro lugar, menos días, pero con el fuego misionero que nos caracteriza”, añade.

“Queremos llevar la alegría del Evangelio a los demás porque ha cambiado nuestra forma de ver la vida y de encaminar nuestros sueños. Para nosotros la fiesta gira en torno a recibir un nuevo año que comienza dando un mensaje de fe, esperanza y caridad a los que más lo necesitan”, sostiene Juan Francisco. +