"Con Dios nunca estás solo": los grandes discursos de Benedicto XVI

  • 10 de enero, 2023
  • Roma (Italia) (AICA)
El volumen, editado por Rizzoli y la Editorial Vaticana, contiene las diez intervenciones centrales de su pontificado, desde la inaugural hasta la última, pasando por las de Ratisbona y Auschwitz.

A pocos días de su muerte, por primera vez se recogen en un solo volumen los diez grandes discursos del papado de Benedicto XVI. El resultado es el libro “Con Dios nunca estás solo”, editado por Rizzoli y Libreria Editorial Vaticana, con prólogo del padre Federico Lombardi, presidente de la Fundación Joseph Ratzinger.

Desde la homilía de la misa pronunciada al ascender al trono papal hasta la última audiencia pública en la Plaza de San Pedro, estas intervenciones marcaron un pontificado en el que la profundidad de la reflexión teológica se desplegó en una sencillez de lenguaje que alimentó la fe de millones de fieles.

Los famosos y controvertidos discursos en el Collège des Bernardins de París y en la Universidad de Ratisbona se centran en la relación entre fe y razón, mientras que los discursos ante los parlamentos inglés y alemán esbozan una teoría de la política, en la que la ética tiene un lugar esencial.

Al mismo tiempo, el discurso a la Curia romana en 2005 sobre el legado del Concilio Vaticano II, la carta pastoral a los católicos de Irlanda sobre el reconocimiento penitencial de los pecados por parte de los miembros de la Iglesia y el discurso pronunciado en Auschwitz en 2006 reflejan su vibrante sabiduría. Y la culminación llega con el reconocimiento agradecido de que “la Iglesia está viva”, proclamado el 27 de febrero de 2013, día del último encuentro público de Benedicto XVI en Roma.

En definitiva, se trata de un libro para conocer más a fondo la hondura de un maestro de fe, esperanza y caridad. 

El prólogo del padre Federico Lombardi
“Como todos sabemos, no sólo los escritos, sino también los discursos y homilías pronunciados por el papa Ratzinger durante su gobierno de la Iglesia fueron inmensamente más de diez, y casi siempre de riquísimo contenido y eminente calidad expresiva. Si ampliamos entonces nuestra mirada a toda la obra de Joseph Ratzinger, incluso antes del papado (y, en muy pequeña medida, incluso después), nos encontramos ante un vasto mar que, gracias a la publicación de la Opera Omnia, aún en curso, se puede viajar y explorar durante mucho tiempo. Toda elección es, por lo tanto, necesariamente reduccionista y hasta cierto punto cuestionable”, comienza el padre Lombardi su prólogo al libro recientemente editado y que adelanta VaticanNews.

“Al mismo tiempo, sigue el padre Lombardi, el pensamiento de Benedicto XVI es tan coherente e, incluso, digamos "orgánico" en su conjunto y en su desarrollo, que sus líneas principales pueden captarse incluso a partir de una selección limitada de sus textos”.

Y explica: “En esta recolección, nos limitamos estrictamente a la época del pontificado. Habla el papa Benedicto XVI. Para que sea fácilmente legible, se ha editado en un tamaño reducido. De ahí la elección de diez textos, necesariamente arbitraria, pero de un número simbólicamente completo”.

“Desplazando el índice, vemos que siempre estamos ante ‘discursos’, es decir, textos efectivamente pronunciados oralmente de forma integral, frente a un público específico. No son ‘escritos’ o ‘documentos’ magisteriales, ni enriquecidos con una extensa documentación. Son de extensión limitada y se caracterizan por darse en un contexto concreto. Esto no impide que Benedicto XVI amplíe su mirada a los horizontes del mundo y de la historia, pero quedan determinados cada vez la elección del tema y el género expresivo, que él mismo indica con gran claridad al presentar sus intervenciones”.

El padre Lombardi observa en su prólogo que “los tiempos de los discursos son diferentes y se distribuyen a lo largo de todo el pontificado. Una cosa es hablar a toda la Iglesia en el gran día de la inauguración del pontificado; otra, hablar a los sacerdotes en el momento dramático de la crisis de los abusos sexuales; otra, hablar en la última audiencia general, despidiéndose de los fieles. Por lo tanto, vamos desde el principio hasta el final de un papado”.

El presidente de la Fundación Joseph Ratzinger y ex vocero del papa Benedicto XVI explica en el texto que “los lugares también son diferentes. Una cosa es hablar a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro o conectados por audio-video de todo el mundo; otra, hablar a la Curia romana; otra, a los jóvenes de la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia. Todavía más, a la hora de hablar en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, o en la Universidad de Regensburg, o en el Reichstag de Berlín (el Parlamento alemán), y así sucesivamente. Sin embargo, no escapa al observador atento que todos los lugares están en Europa. En cierto sentido, no es casualidad. El último "Papa europeo" conoce a fondo la cultura y la historia de su continente, y está convencido de que no es casualidad que se haya formado en Europa la forma asumida por la fe cristiana, en diálogo con la razón, ni que aquí se comprueben también especialmente las dramáticas fracturas en ese diálogo entre la fe y la razón”.

“El orador -subraya el padre Lombardi- es siempre Benedicto XVI, inequívocamente él. Con la inmensidad de su cultura, la claridad de la exposición -incluso para argumentos complejos-, su pasión por la búsqueda de la verdad, la profesión explícita de su fe católica. No está de más observar que, de los innumerables discursos e intervenciones que todo Papa lee o pronuncia en audiencias de todo tipo, una gran parte, naturalmente, no fueron redactados por él personalmente sino por sus colaboradores, y el Papa "los hace suyos" después de haber verificado la fidelidad de ese discurso respecto de su propio pensamiento. Esto también se aplicó al papa Ratzinger, aunque menos que a otros. Pero, para los discursos de esta colección, podemos estar seguros de que son absolutamente "suyos" desde la primera hasta la última palabra”.+