Un sacerdote que estuvo 5 meses secuestrado es el nuevo arzobispo de Homs, en Siria

  • 11 de enero, 2023
  • Homs (Siria) (AICA)
El Papa dio su consentimiento para la elección del padre Jacques Mourad por parte del Sínodo de los Obispos de la Iglesia Patriarcal de Antioquía de los Sirios.

El padre Jacques Mourad, monje y sacerdote sirio-católico, fue elegido por el Sínodo de los Obispos de la Iglesia Patriarcal de Antioquía de los Sirios como arzobispo de Homs de los Sirios. El papa Francisco ya había dado su consentimiento para la elección del padre Mourad, que fue secuestrado el 21 de mayo de 2015 por yihadistas del ISIS en el monasterio de Mar Elian, en Siria, en Qaryatayn, donde era párroco, y estuvo entonces cinco meses cautivo.

Nacido en Alepo hace más de 53 años, luego de ingresar al Seminario Charfet en el Líbano, con una licenciatura en Teología y Liturgia, se unió a la Comunidad Monástica Siria de Deir Mar Musa Al-Abashi, de la cual es cofundador. Allí profesó sus votos el 20 de julio de 1993; luego, el 28 de agosto fue ordenado sacerdote e incardinado en la archieparquía siria de Homs. De 2000 a 2015 estuvo a cargo del Convento de Mar Elián y de la parroquia de Qaryatayn. Después de su secuestro, estuvo en los monasterios filiales de Cori (Italia) y Sulaymanyah (Irak). De regreso a Siria en 2020, fue hasta ahora vicesuperior y ecónomo de la Comunidad de Mar Elián.

Cinco meses en manos de los yihadistas
El padre Mourad contó la historia de su secuestro en el libro " Un monje rehén. La lucha por la paz de un prisionero de los yihadistas ", escrito en colaboración con el periodista Amaury Guillem, publicado en Italia por Effatà. Considera su tiempo como rehén de los terroristas yihadistas en Siria una experiencia espiritual. Fue el rezo del Rosario y las enseñanzas de Paolo Dall'Oglio lo que le dio fuerza y serenidad.

De aquellos días de violencia, acoso, privaciones, tortura psicológica y física, el padre Jacques recuerda su traslado a una prisión cerca de Palmira, después de los primeros tres meses de cautiverio en Raqqa, y su encuentro con 250 cristianos de su comunidad. Allí se les dijo a todos que serían devueltos a Quaryatein, que estarían sujetos a una serie de prohibiciones, pero que podrían celebrar Misa nuevamente. porque no habían tomado las armas contra los musulmanes. “Sobre todo, entendí que quien decide no practicar la violencia puede cambiar la actitud de quien está acostumbrado a tomar las armas -dijo entonces a los medios vaticanos-. Nos hemos salvado gracias a nuestra vocación de cristianos, de testigos de la paz”.

Para el padre Mourad, “la confianza en el diálogo es un principio, no está ligada a la actitud de los demás”. “Detrás del terrorismo de hoy -explicó- hay, por el contrario, una red política que usa todo para hacer el mal. No es una red inspirada directamente en el Islam, sino precisamente en un proyecto político”.

El religioso también ha afirmado que los cristianos debemos "eliminar esta forma de pensar, inspirada en cierta propaganda, según la cual todo musulmán es un terrorista", y ha añadido que "hace falta más humildad y claridad en nuestra vida y en nuestras relaciones con los demás". Necesitamos leer profundamente el Evangelio para vivirlo bien”.

Los yihadistas lo instaron a convertirse al Islam con un cuchillo en la garganta,  él sacó fuerzas de la paz interior, la energía y la serenidad que emanaban de la oración: “Puedo decir que recibí regalos de Dios cuando vivía en prisión. No puedo olvidar la fuerza, el coraje, que me permitió mirar a estos yihadistas a la cara y transmitirles el amor de Jesús. En esas situaciones, Dios me dio sobre todo el don de una sonrisa, y fue algo que puso en aprietos a mis carceleros. Se preguntaban cómo era posible que un preso sonriera y ni siquiera yo podía explicar de dónde sacaba fuerzas. Tan pronto como comencé a rezar el Rosario, todo el dolor, todos los miedos desaparecieron”.

En Irak, fue elegido el nuevo arzobispo de Mosul
El Sínodo de Obispos de la Iglesia Patriarcal de Antioquía de los Sirios eligió también al nuevo Arzobispo de Mosul de los Sirios, en Irak.

Se trata del reverendo Qusay Mubarak Abdullah (Younan) Hano, respecto de quien el Papa también dio su consentimiento. Ingresó al seminario en Bagdad, obtuvo una licenciatura en Filosofía y Teología en el Líbano, en la Universidad de Saint-Esprit, y fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 2011.

Fue vicario de la parroquia de Mar Jacob en Qaraqosh y, con la invasión de la llanura de Nínive, se ocupó de los sirios desplazados en la Iglesia Mar Shmoni en Erbil.

También ha sido profesor de Sagrada Escritura, curador de un programa de radio, representante de la Iglesia iraquí en el Consejo de Iglesias de Oriente Medio y ,desde 2019, está en Roma para realizar estudios de doctorado en Teología Bíblica.+