Mons. Lozano: bautismo, fotos en blanco y negro y una vida por delante

  • 8 de enero, 2023
  • San Juan (AICA)
El arzobispo afirmó que ciertas imágenes, encontradas en una caja, lo remontaron a su bautismo y recordó que, cuando cada uno recibe ese sacramento, es ungido para una misión.

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), contó que abrió por casualidad una caja que contenía fotos familiares en blanco y negro, y que se detuvo especialmente en las que retrataban su Bautismo en una parroquia del barrio porteño de Barracas.

“No había mucha gente; más bien unos pocos: mi mamá, mi papá, mi madrina, mi padrino, cuatro familiares más y el padre Juan, de la parroquia Santa Lucía”, detalló, y agregó: “Se podía percibir una serena alegría, y el reconocer el encuentro con alguien que tenía una vida por delante en ese momento, en el cual aún no había cumplido mi primer año”.

“Nadie podía conocer con certezas cómo se desarrollaría mi vida. Vocación, tiempos, lugares, afectos, cualidades, defectos, fragilidades… Cerré los ojos y quise jugar con la imaginación unos momentos”, graficó, y recordó que, en el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma de paloma, y una voz del cielo decía: “Este es mi Hijo amado en quien me complazco”.

El arzobispo sanjuanino destacó que “esa misma afirmación la sigue haciendo Dios en cada Bautismo y la sostiene siempre. Somos hechos hijos de Dios, miembros del Cuerpo de Cristo”.

“El viernes celebramos la Epifanía (manifestación de Jesús) a los tres sabios que vienen de lejos a adorar al Niño. Tradicionalmente los llamamos los Reyes magos. Esta fiesta nos presenta la manifestación de Jesús a los pueblos paganos, expresando de ese modo la universalidad de la salvación que Dios ofrece”, subrayó. 

Monseñor Lozano señaló que, “en ellos tres, vemos el corazón humano que busca a Dios, siguiendo señales que lo acercan a la experiencia de encuentro”, y valoró: “También percibimos que están abiertos a lo humilde. No se escandalizan por un Dios que elige venir en el camino de la pequeñez. Siguen con fidelidad la estrella que los guía”.

“Después de esa fiesta, cada año, al concluir el tiempo de la Navidad, celebramos el Bautismo del Señor”, precisó.

Y allí, “Jesús es ungido por el Espíritu Santo. La unción y la misión van de la mano. Además, en la unción y el envío no hay vuelta atrás. Jesús no fue ungido y luego ‘des-ungido’. La unción es algo permanente, no una acción pasajera. La unción no es para un mes o para dos años, sino para siempre. Es una unción que marca su identidad, nos muestra quién es Jesús. Unción es una palabra castellana; en hebreo, 'ungido' se dice 'mesías' y en griego se dice 'cristo'. Tanto marca identidad que el nombre que se usa para designar a Jesús, que será el Cristo, o sea, el Ungido, y tiene que ver con el Bautismo recibido en el río Jordán”, sostuvo.

El secretario general del CELAM destacó que cada persona que se bautiza es “ungida”, por lo que “cuando nos preguntan qué religión profesamos y respondemos que somos ‘cristianos’, estamos diciendo que somos ungidos”. 

“Ungidos también para siempre, de una manera permanente. Y así como en Jesús, el Cristo, unción y misión van unidas, en sus discípulos sucede lo mismo. En el Bautismo y la Confirmación somos ungidos de modo estable, para una misión a desarrollar en este mundo, la misma de Jesús: anunciar buenas noticias a los pobres, llevar consuelo a los afligidos; esta es la misión que la Iglesia tiene en este mundo”, subrayó, e insistió: “Porque la Iglesia es el cuerpo de Cristo en esta historia. Unción y misión en Jesús, en la Iglesia, en nosotros, van juntas; y esto marca nuestra propia identidad”. 

Antes de finalizar, monseñor Lozano volvió al inicio del relato y consideró que “las fotos en blanco y negro pueden anunciar una vida cargada de colores, aunque a veces nos confundan los grises”.+