Mons. Bochatey: "Benedicto XVI vive profundamente en la riqueza de su doctrina"

  • 4 de enero, 2023
  • Roma (Italia) (AICA)
El secretario general de la CEA participa de los funerales del papa emérito y describe sus sensaciones de la última jornada del velatorio como un día "triste humanamente pero espiritualmente lleno".

El secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Alberto Germán Bochatey OSA, está en Roma en representación de los obispos argentinos para participar del funeral solemne del pontífice emérito Benedicto XVI, que presidirá mañana el papa Francisco en el parvis de la basílica de San Pedro.

El obispo auxiliar de La Plata envió un mensaje a través de la Oficina de Comunicación y Prensa de la CEA, en el que explica que este miércoles terminó lo que en la Argentina se llamaría “el velatorio de Benedicto XVI”.

“Han sido, desde el lunes, tres días de un incesante paso de la gente que viene con mucho respeto, silencio y devoción a visitar el cuerpo del papa emérito Benedicto XVI. Se veía la Iglesia que camina; era un torrente, un río de gente entrando constantemente a la basílica de San Pedro”, describió.

“Caminaban frente al cuerpo del papa emérito. Era claramente el signo de una Iglesia en camino. Lo que siempre pensó Benedicto XVI, una Iglesia viva, con fe que le viene de Dios y esa fe que se aplica en Jesucristo y que nos da vida para siempre como le gustaba recordar a Él. Un gran clima de respeto. Pudimos rezar el Rosario junto con otros obispos y cardenales, muchos laicos, religiosos, y representantes de cuerpos diplomáticos”, agregó.

El secretario general de la CEA destacó que “se veía el mundo entero en torno a esta figura pequeña, porque como todos sabemos, el papa Benedicto XVI era de baja estatura física y ahora más viejito, en sentido de parecer aún más, más frágil, todavía más pequeño y, sin embargo, uno contemplaba en él todo su contenido, lo que nos enseñó, sus encíclicas, sus libros, su enseñanza, sus catequesis; su catequesis sobre los Padres de la Iglesia, toda la riqueza que nos fue dejando Benedicto XVI, sobre todo ese llamada profunda a la fe”.

“Eso es lo que se percibía, mucha fe en despedir, en saludar a este querido papa emérito, a un hombre humilde, sencillo. Eso es lo que se escucha decir con quien te encontrás aquí en Roma: La palabra que surge es la humildad de Benedicto XVI, la sencillez de Benedicto XVI. Lo grande desde lo pequeño. No hace falta ser muy creído de sí mismo o, como diríamos en porteño, muy fanfarrón, sino profundo, desde la profundidad que sale y crecen las grandezas”, subrayó.

Monseñor Bochatey definió este día como “triste humanamente pero espiritualmente lleno, lleno de las enseñanzas; aquella luz que irradia la figura de Benedicto XVI y que lo hará para siempre en la Iglesia. Un día de oración y gratitud hacia este papa emérito que lo dio todo hasta el último minuto y que compartió un camino de diez años en silencio al lado del papa Francisco”.

“Benedicto XVI vive profundamente en la riqueza de su doctrina, la riqueza de los contenidos de fe profundos que Él ha manifestado”, concluyó.+