Monseñor Buenanueva reflexionó sobre el Mundial y los nuevos liderazgos

  • 27 de diciembre, 2022
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco se refirió al triunfo de la Selección en la Copa, que "nos ha llenado de emociones" y del que podemos sacar valiosas enseñanzas

“En Argentina, el fútbol es más que fútbol”, aseguró monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, obispo de San Francisco, al referirse al triunfo de la Selección en el Mundial de Qatar, el cual “nos ha llenado de emociones” a los argentinos.

Si bien los cuatro o seis millones de personas festejando en Buenos Aires ofrecieron una imagen impresionante, el prelado no dudó en destacar que “los quince mil que desbordaron Calchín para recibir a Julián Álvarez no se quedan atrás”.

“Necesitamos eso. La alegría en las calles expresa un desahogo, un alivio, un momento de fiesta en medio de una realidad tan dura”, afirmó el obispo de San Francisco. “A una semana de la Copa, y saliendo de la resaca de las fiestas de Navidad, a ninguno se nos escapa que la realidad difícil de vivir en Argentina está ahí, indomable y testaruda”, prosigue.

“¿Será posible que toda esta pasión y este enorme logro dé lugar al surgimiento de nuevas formas de liderazgo y de dirigencia?”, se preguntó, al tiempo que enumeró las virtudes de la “Scaloneta”: espíritu de equipo, liderazgos compartidos, tesón, resiliencia, disciplina, laboriosidad y un largo etcétera.

“Hablar de nuevos liderazgos -a mi entender- implica conjugar dos cosas: renovación de personas y un nuevo estilo”, indicó, al tiempo que sugirió que “una verdadera transformación es un trabajo complejo en varios niveles: conciencia, opciones libres, sentimientos, actitudes, personas y programas”.

"Los espacios de educación y decisión política (los partidos o sindicatos, por ejemplo) tienen aquí un fuerte desafío", remarcó.

Citando al Episcopado Argentino cuando en noviembre de 2008 publicó el documento “Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad”, en el que se hizo referencia al liderazgo, recalcó que “la respuesta cristiana no deja lugar a dudas: según el Evangelio, el poder siempre es y se vive como servicio. Ese es su espíritu, su forma y también la mejor recompensa a la que puede aspirar un dirigente”. 

“Algo de esto vimos en la ‘Scaloneta’. Verlo también crecer en nuestra vida social, comunitaria y política es, sin dudas, mucho más difícil. Pero, no imposible. Ese gol tampoco se improvisa”, concluyó. +