Dolor del Papa tras el fallecimiento del cardenal Poletto

  • 19 de diciembre, 2022
  • Turín (Italia) (AICA)
Como un "fiel servidor del Pueblo santo de Dios", describió el pontífice al arzobispo emérito de Turín, fallecido este sábado 17 de diciembre a los 89 años.

El papa Francisco envió un telegrama al arzobispo de Turín, monseñor Roberto Repole, con sus condolencias por la muerte del cardenal Severino Poletto, a quien recordó como un fiel servidor del Pueblo Santo de Dios.

Monseñor Poletto, fallecido el sábado 17 de diciembre tras una larga enfermedad, tenía 89 años y se había retirado a un pueblo cercano a Turín tras renunciar en el 2010 a dirigir la arquidiócesis, de la que había sido obispo desde 1999.

“Pienso en este hermano -escribió el Santo Padre en su telegrama-, que gastó su vida como pastor del Pueblo Santo de Dios, primero como párroco en Casale, atento a los laicos y comprometido, con espíritu de compartir evangélico en su trabajo”. Francisco recordó que, después, Poletto fue obispo de Fossano, dedicado en particular a las familias, los jóvenes y a la promoción de la catequesis.

En su gobierno de la diócesis de Asti, como evocó el pontífice, el cardenal fallecido impulsó las misiones diocesanas, mostrando su capacidad de liderazgo en la reorganización de la Iglesia en el territorio.

Por otra parte, durante su ejercicio en la arquidiócesis de Turín, quiso dedicarse a ella sin escatimar esfuerzos, animado por el deseo de estar cerca de los sacerdotes y de impulsar la evangelización, incluso mediante actos públicos significativos, como se lee en el mensaje del Papa.

Al conmemorar el ministerio de ese servidor de la Iglesia, el Santo Padre encomendó su alma a Jesús, el Buen Pastor, “para que, por intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de San Juan Bautista, lo acoja en la ciudad eterna”. Por último, a todos los participantes en el funeral el Pontífice les impartió su más sincera bendición.

Poletto fue creado cardenal por san Juan Pablo II en el Consistorio del 24 de febrero de 2001, en la basílica de San Pedro, junto con otros 36 obispos y arzobispos. Fueron los primeros cardenales del tercer milenio cristiano.

Como arzobispo de Turín, fue también un apasionado custodio de la Sábana Santa: dirigió las exposiciones de 2000 y de 2010, en las que Benedicto XVI intervino como peregrino. También fue responsable de la decisión de llevar a cabo las obras de restauración de la Sábana Santa, que permitieron "limpiarla" de los materiales acumulados en los últimos siglos y de los rastros del incendio de Chambéry de 1532, gracias a lo cual ahora ofrece una imagen más nítida de la imagen visible en ella.

En el 2000, Poletto acogió a científicos de todo el mundo, reunidos en el primer Simposio Internacional de Estudios sobre la Sábana Santa, y -durante la Exposición- a numerosos cardenales, arzobispos y obispos, que encabezaron la peregrinación de sus comunidades para contemplar la reliquia.

El 11 de octubre de 2010, Benedicto XVI aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Turín, presentada por haber alcanzado el límite de edad. Le sucedió el arzobispo Cesare Nosiglia, hasta entonces obispo de Vicenza. Poletto también había participado en dos cónclaves: el de 2005, cuando fue elegido Joseph Ratzinger, y el de 2013, para la elección del papa Francisco.+