Mons. Salaberry: "Caminar juntos, abiertos a circunstancias que no podemos prever"

  • 19 de diciembre, 2022
  • Azul (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Azul presidió el tedeum por el 190° aniversario de la fundación de la ciudad bonaerense y llamó a estar dispuestos a un martirio de renuncia propia para ayudar a otros.

Monseñor Hugo Manuel Salaberry SJ, actual obispo de la diócesis de Azul, presidió el Tedeum por los 190 años de la ciudad. La acción de gracias tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora del Rosario, el viernes 16 de diciembre a las 10.

“No es distinto este tiempo turbulento al de hace 190 años: baste recordar a las dificultades internas que había (unitarios y federales), las dificultades provinciales, los problemas de la política exterior a causa de los dirigentes nuestros”, comenzó enumerando el prelado.

Haciendo alusión al pasaje del Evangelio que va desde la Ascensión del Señor hasta Pentecostés, monseñor Salaberry extrajo algunas de las actitudes que se ven reflejadas en el texto “para que iluminen nuestra situación de hoy”.

En primer lugar, el obispo de Azul destacó la “voluntad de caminar juntos, no digo unidos pero sí juntos”. Resumiendo el pasaje que se acababa de escuchar, explicó que los apóstoles habían regresado "del Monte de los Olivos a Jerusalén después de un hecho límite, la ascensión del Señor”, recorriendo la distancia que les era permitida andar en sábado.

Sobre este último punto, subrayó que “para caminar juntos hay que respetar algunas reglas”. Al respecto, señaló que “no podemos caminar si no estamos dispuestos a evitar agresiones, insultos, desconfianzas, chantajes, corrupciones”.

El prelado también llamó a “no poner condiciones de manera previa para recorrer el camino”. “No elegir minuciosamente quién nos acompaña, quién conviene. Si se elige tan minuciosamente quien es digno de caminar conmigo quedamos dos o tres, sin certeza de que podamos después unirnos”, añadió.

“No se puede prever todo, hay cosas que dependen de la Providencia”, insistió, y alentó a los fieles a estar “abiertos a circunstancias imprevistas”, para seguir el camino.

También destacó que “el dialogo debe ser con todos”. Aludiendo al Evangelio, señaló que los apóstoles “no es que hablaron a católicos solamente, le hablaron a todo el mundo”. “Si restringimos el diálogo por condicionamientos religiosos, políticos, sociales, de cultura, de estatus, de apellido... basta. Así estamos. Se impone el dialogo, es con todos”, afirmó.

Por último, invitó a tener una “predisposición a la renuncia a intereses individuales”, que es otra manera de ver “ese martirio cruento de San Serapio, que nos honra con su patrocinio desde la fundación de Azul, realizada por Pedro Burgos el 16 de diciembre de 1832”.

“La gracia de morir mártir en la cruz para librar a los cristianos cautivos es algo histórico del siglo XIII. Pero en realidad, el estar dispuesto a un martirio de renuncia de sí para ayudar a los otros es a lo que hoy los invito en esta celebración, que al menos lo pidamos. Ya sé que no es fácil, pero si nos ponemos todos en ese camino, nos vamos a animar”, concluyó. +