Acto navideño en Ayuda Cristiana a las Cárceles

  • 16 de diciembre, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
La entidad entregó certificados a hombres y mujeres que, tras haber cumplido condenas, participaron en talleres en su sede, como reconocimiento a "su esfuerzo por reinsertarse en la sociedad".

En un sencillo acto en su sede de Combate de los Pozos 347, el Secretariado de Ayuda Cristiana a las Cárceles (SAAC) presentó trabajos realizados en sus talleres “Proyecto de Vida” y “Manualidades”, entregó certificados a los participantes y realizó un brindis de Navidad con personas que, tras haber estado presas con condena, buscan replantear sus vidas con dignidad.

“Se trata de un momento especial para quienes acuden a lo largo del año en busca de apoyo y contención, y sobre todo de reconocimiento a su esfuerzo por reinsertarse en la sociedad”, expresó la entidad en la invitación.

Ese ambiente de confianza, afecto y amistad podía palparse en la celebración. “Me encantó el curso, me encantó venir”, dijo una de las cursantes que recibieron certificados. “Aprendí  algo nuevo, me costó. Invito a todos a que hagan algo nuevo, que ayuda a crecer”, dijo a su vez otro de los graduados. Y otra dijo simplemente: “Gracias”.

“Así nos proyectamos”, decía una muestra de trabajos de artesanía en el hall de entrada, que los exhibía junto a una máquina de coser Singer. Los trabajos ponían el nombre de quienes los habían hecho. Por ejemplo, Roxana, Noemí y Cecilia habían hecho ángeles de macramé con hilo de algodón torcido.

“Muy feliz Navidad para todos”, decía un cartel en el fondo del salón.  Patricia Affani de Callejo, voluntaria desde hace años y tesorera del Secretariado, recordó  que se acerca la Navidad: es Jesús que nace, y podemos renacer con Él. “Podemos hacer en nuestra vida, en nuestro corazón, un pesebre para Jesús”, dijo. Y ejemplificó: con gestos concretos de amor, tomándonos el tiempo para escuchar al otro. “Dios quiere nacer en nuestros corazones”.

Todos escucharon una poesía cantada,  cuyo texto podían seguir leyendo fotocopias que se distribuyeron: “Han desalojado a Jesús”.  Dice que ya las calles se visten de luz, los carteles titilan orgullosos, los negocios invitan a entrar a la gente, todo se debe vender, pues se acerca Navidad. Pero nadie se puede acordar de que Alguien llega para esta Navidad. La poesía dice: “Quiero despertar de este sueño gris / y volver a hacer lugar / a Aquel que esta noche quiere nacer. / Y le cantaré la más linda canción. Y yo mismo le haré / un pesebre, una estrella, un árbol / y todo quiero darle a Él”.

Una diseñadora de indumentaria, Claudia, se refirió al taller de costura práctica que dictó de junio a agosto.

El presidente del SACC, Alberto Giordano, se consideró titular “circunstancial” por una necesidad jurídica de llenar los cargos, pero destacó que la entidad es un equipo: “Acá trabajan todos”. Recordó que él es defensor oficial  en el fuero penal. “Muchos de acá sufrieron el infierno  desde adentro. Yo hace 30 años lo conozco desde afuera. Sé perfectamente lo que han sufrido, los comprendo a pesar de no haber estado del otro lado”.

Glosando a San Pablo, “que era realista, no pesimista”,  expresó que Dios nunca nos prometió un camino de rosas, pero nos acompaña siempre. Subrayó “el esfuerzo que ustedes están haciendo acá”. Y concluyó: “Ustedes forman parte de esta casa y nosotros en cierta manera formamos parte de su vida. Así que los vamos a seguir acompañando”.

Antes del acto, habían dado un taller de orientación familiar dos mujeres, madres de familia y  egresadas del Instituto de Ciencias para la Familia (ICF) de la Universidad Austral, dirigido por Carlos Camean Ariza, que es vicepresidente del SACC.

Al final, cada uno de los presentes –hombres y mujeres- recibió de regalo una cunita para el pesebre navideño,  obra manual de una señora que colaboró con el fundador de la entidad, el padre Iñaki de Azpiazu.

Este sacerdote vasco, nacido en 1910 en Azpeitia, inició el SAAC en Buenos Aires en 1957. Falleció en 1988 y a su velatorio, con permiso de las autoridades penitenciarias y especiales medidas de seguridad, pudieron asistir presos que estaban en cárceles y que pidieron hacerlo porque sentían hacia  él y su obra un singular agradecimiento.  Entre 1968  y 2018 dirigió las actividades del SACC la doctora Emilia Bouzon de Terzano.+ (Jorge Rouillon)